Renault se ha propuesto ampliar su hegemonía como marca a través de un catálogo de productos ampliado, que presume de una estética moderna, de un acertando planteamiento desde el punto de vista técnico y de un notable compromiso atendiendo a su oferta mecánica.
Sin embargo, con la llegada del nuevo Espace y ahora con el lanzamiento del Rafale, las aspiraciones de Renault van mucho más allá. Tomando como referencia el posicionamiento como modelo de alta gama del primero, la marca pretende en paralelo replicar el éxito alcanzado por el Arkana ahora dentro del segmento D, imprimiendo a su último integrante las formas interesantes de SUV coupé.
Lo hace con un planteamiento estético
completamente inédito, cuyas reseñas, muy escogidas, ya se podían intuir en el estreno de la última edición del Clio. En el Rafale este nuevo leguaje de diseño crea toda una nueva identidad subrayada por su carrocería tipo fastback de marcado corte deportivo.
Dichas referencias las encontramos en el frontal, en concreto, a través de un nuevo esquema de iluminación en el cual los faros de luz diurna toman mayor protagonismo. También a través del diseño de los elementos que componen la iluminación principal y como éstos se
asocian al patrón de diamante en 3D utilizado para la trama de la parrilla. Dependiendo del ángulo de visión, la parrilla ofrece destellos en segundo plano en color azul o gris pizarra -según versión-.
El nuevo Rafale mide 4,71 metros de largo, 1,86 de ancho y 1,61 metros de altura-, y su silueta tipo coupé, unido a las formas abultadas, los faldones y líneas de definición y pliegues de su perfil le confieren una presencia imponente.
El diseño posterior es igualmente determinante a la hora de concretar su
imagen atlética. Está coronado por un elegante alerón de diseño asimétrico situado sobre la inclinada luneta. Los grupos ópticos, a continuación, abrazan los hombros del vehículo hasta adentrarse en el plano vertical del portón. Todo el desarrollo descansa sobre el embellecedor de la zona central de parachoques, que como el resto de elementos protectores de la carrocería, está acabado en negro, en contraste con los cinco colores escogidos para el exterior, dos de ellos nuevos -blanco satinado nacarado y azul
Alpine-.
A BORDO
El planteamiento interior es una réplica en muchos aspectos al del Espace, tanto por su alto nivel de confort como por la presencia de la doble pantalla OpenR, como elemento de interacción principal asociado a las ventajas del actualizado sistema multimedia (Android Automotive 12) desarrollado junto a Google.
No obstante, existen una serie de detalles singulares a destacar. Es el caso del techo de cristal panorámico interactivo “Solarbay” capaz de adoptar hasta cuatro
posiciones - totalmente transparente, totalmente opaco, transparente delante y opaco detrás y viceversa-, y de actuar como protector solar sin necesidad de cortina. También cuenta con un nuevo Head-up Display de 9,3 pulgadas y un reposabrazos multifuncional detrás con tomas USB, espacio para guardar dispositivos externos, así como soportes desplegables para acoplar el teléfono móvil o la tablet.
Los asientos delanteros, cómo no, son de corte deportivo y en la versión esprit Alpine incluyen pespuntes de tres colores y el logotipo iluminado en la parte
superior. Del mismo modo, se han introducido nuevos colores y materiales como la pizarra o el corcho tintado que aportan un mayor grado de sofisticación a la ambientación.
El maletero tiene una capacidad de 647 litros con los respaldos de los asientos traseros en posición normal. Dispone de doble fondo y el acceso se puede realizar a través de un portón de apertura automática.
RENDIMIENTO Y DESEMPEÑO
Dinámicamente es otro cantar. Si bien comparte con el nuevo Espace el sistema de eje trasero direccional 4Control advanced, el Rafale dispone de un ancho de vías 4 cm superior, neumáticos también más anchos y un tarado de suspensiones en sintonía con su carácter deportivo. El sistema de control electrónico del eje trasero actualizado permite afinar aún más su comportamiento en la búsqueda de un mayor agarre y aplomo.
De momento, el nuevo SUV coupé se ofrecerá únicamente con el motor híbrido E-Tech de 200 CV en combinación con una caja de velocidades automática multimodo sin embrague. La relación entre su rendimiento y prestaciones es excepcional, con un consumo por debajo de los 5 litros a los 100 kilómetros, y una autonomía, anuncian, de hasta 1.100 kilómetros. Ello se debe en parte a peculiaridades como el arranque que siempre es modo eléctrico, y las ventajas del sistema de recuperación de energía que se activa automáticamente durante la deceleración y el frenado. También a la buena gestión de los distintos programas de conducción.
En cualquier caso, Renault ya tiene en agenda añadir una versión de altas prestaciones E-Tech de 300 CV híbrido enchufable a la gama, con un segundo motor eléctrico en el eje trasero y tracción a las cuatro ruedas.
Junto a todo ello, el Rafale se beneficia de uno de los equipamientos técnicos más completos del mercado, añadiendo nuevas funciones tanto en el campo de los sistemas de asistencia a la conducción como para la protección de los ocupantes.
