Volkswagen ID.3, la fórmula del equilibrio

En esta larga travesía en la que se está convirtiendo el tránsito hacia el vehículo eléctrico ya empezamos a detectar algunos brotes verdes. Y es que, aunque su penetración en el mercado continúa siendo poco relevante, ya no son una rareza. Los hemos normalizado.

Esta reflexión, aunque parezca que no tiene una relevancia especial, expone una realidad, el público ya acepta el coche eléctrico como un elemento cotidiano y no como algo extravagante, con la trascendencia que ello tiene a la hora de considerar su posible compra como una elección razonable.

Uno de los vehículos que más han contribuido a alcanzar este nivel de aceptación es el ID. 3 que llegó a liderar el mercado insular en su etapa de lanzamiento más temprana. La llegada de su nueva edición ha permitido actualizar aspectos relevantes del coche, principalmente los asociados a la eficiencia y su estándar tecnológico. Su diseño distintivo apenas experimenta modificaciones, sí se han realizado algunos retoques dirigidos a mejorar su rendimiento aerodinámico dada su trascendencia en aspectos como la autonomía.

A bordo, el aprovechamiento del espacio sigue siendo sobresaliente y tanto los pasajeros de las plazas delanteras como las traseras disfrutan de unas plazas amplias y mucho más confortables de lo que suele ser habitual en un vehículo con sus dimensiones en versión de combustión. El maletero conserva los 385 litros de capacidad.

En el habitáculo los cambios respecto la edición anterior son más que evidentes. Un aspecto destacable es la mejora de la calidad percibida. Existía cierto ‘rum rum’ al respecto de los acabados, rumor que la marca ha decidido atajar de raíz introduciendo texturas más suaves y mullidas al tacto tanto en el salpicadero como en los paneles de las puertas. No obstante, no claudica ante el compromiso que mantiene con la sostenibilidad, plasmándose en el uso generalizado de materiales provenientes de procesos de reciclado con la misma apariencia y durabilidad que los convencionales.

Otro aspecto reseñable es la introducción de una nueva pantalla principal de mayor tamaño que integra una versión actualizada del sistema de infoentretenimiento. Esta presenta una nueva interfaz que prioriza aquellas funciones y servicios de uso más cotidiano. También se ha mejorado las gráficas y funcionalidad del Head up-Display con realidad aumentada, de serie en nuestra unidad de prueba. El resto del operativo como los controles del sonido y el sistema de climatización también son de fácil acceso y muy sencillos de utilizar. Además, la capacidad para realizar reajustes de software de forma remota asegura que el vehículo esté actualizado en todo momento.

La gama del compacto eléctrico en Canarias cuenta con dos versiones, el ID.3 Pro como modelo de acceso, y el ID.3 Pro S correspondiente a nuestra unidad de prueba. Sus prestaciones y rendimiento evidencian su madurez, con 204 CV y 310 Nm par máximo, y una batería de 77 kWh que proporciona una autonomía que puede alcanzar los 559 kilómetros. Una cifra más que razonable para un vehículo que ha encontrado su nicho de popularidad entre las familias jóvenes, comprometidas y que buscan la practicidad de un coche para el quehacer diario.

Su éxito reside también en su comportamiento. Frente a otros ejemplos, destacaríamos su bajo centro de gravedad. El uso de la plataforma eléctrica y la correcta distribución de peso proporciona una base que propicia el equilibrio y la manejabilidad, contrarrestando los siempre incómodos vaivenes que sufren algunos de estos vehículos debido a su elevado peso.

La tecnología centra también sus esfuerzos en acreditar un estatus que prima la eficiencia. Lo hace a través del sistema de frenado regenerativo y durante las fases de deceleración. Este aspecto se hace más evidente cuando se sitúa el selector del cambio en el modo ‘B’. Del mismo modo, soluciones como el Travel Assist también mejoran su funcionamiento en aquellos casos que se disponga de datos colaborativos de enjambre. En combinación con el Control de Crucero Adaptativo (ACC) y el Lane Assist, el sistema solo necesita de una marca de carril de carretera identificada para mantener el vehículo en el carril, adaptando su actuación a las diversas situaciones que te puedes encontrar en el tráfico.