La Subida Villa de Moya ha pasado a engrosar la abultada lista de pruebas que son ya ‘territorio Monzón’. El satauteño ha completado otra temporada impoluta y desde que se subió al Audi R8 LMS en la Subida de Betancuria de 2017 no ha habido victoria que se le haya resistido en montaña. El resultado de esta racha triunfal es su quinto título de Campeón de Canarias y el tercero consecutivo.
La prueba que organiza la Escudería Azuatil cumplió con lo prometido. Nubes, algunas gotas amenazantes, humedades en la manga de entrenamientos y un ambiente de bandera. Sus horquillas y, por supuesto, la emblemática curva de ‘La Josefa’, se llenaron de aficionados para presenciar el último asalto del Campeonato DISA de Canarias de Montaña y el penúltimo del provincial de Las Palmas.
Se había hablado mucho de si el técnico recorrido de siete kilómetros podía neutralizar parte del potencial del R8 LMS de Monzón; o de si su tiempo en barbecho desde su última participación en La Palma podía ser un hándicap. Pero desde la manga de los entrenamientos, otra vez el Audi fue el coche a batir. El hecho de que ya en ese ensayo parara el ‘crono’ en un tiempo inferior al que iba a permanecer por espacio de poco más de una hora como el récord de la Subida Villa de Moya era bastante ilustrativo de la superioridad real del piloto de Auto-Laca.
La historia fue calcada al de las otras apariciones del Audi. Mejor tiempo en la primera manga, mejor tiempo en la segunda, récord de turismos (3:47.664) y victoria. Con el máximo de puntos posible (150), Monzón prolonga un año más la era del R8 LMS y suma ya cinco títulos regionales de montaña. Nada mal teniendo en cuenta que cada una de las últimas temporadas las ha empezado sin otro interés que correr algunas pruebas sueltas... ¿Volverá a hacerlo en 2020?
Armas se reivindica
Con el combate Monzón-Cruz en el foco, la figura de Iván Armas había quedado injustamente en la sombra durante la previa de la carrera. Ganador en tres ocasiones, vigente campeón provincial, líder y poseedor del récord hasta la primera oficial, el de Marzagán salió con su Porsche vestido para rallies y, por tanto, con algún que otro quilo de más. En entrenamientos falló una bomba de gasolina y aunque en la primera manga tenía la impresión de no haber hecho un buen tiempo por culpa del sobreviraje, obtuvo un registro que hace buena su apuesta por el 997 GT3 2010 en detrimento de su antiguo 2007. Con su 3:54.087 rebajó en más de siete segundos su antiguo récord y, además, cobrándose como presa a Enrique Cruz.
Sabía el tinerfeño que ganar o perder el título no dependía de él. Sólo un oportuno chaparrón o un contratiempo del Audi número 52 podían revitalizar sus opciones. Su parte consistía en intentar estar lo más cerca que pudiera de Monzón y batir a quien, a priori, podía interponerse entre ambos en la clasificación. Logró imponerse a Yeray Lemes, que acusó el tiempo sin subirse al Porsche de Auto-Laca, pero no pudo con un Armas cuyo segundo puesto tenía ciertos tintes reivindicativos y lo asienta en el liderato del provincial a falta de la Subida de San Bartolomé de Tirajana.
Tercero a la postre a 852 milésimas de Armas y a 7,2 segundos de Monzón, Cruz concluye por tercera temporada como subcampeón y sin bajar los brazos en ningún momento frente a un tándem absolutamente imbatible a día de hoy.
Lemes, fuera del podio
La progresión de Lemes manga a manga no fue lo suficientemente rápida como para hacerse con un sitio en el podio final. Ante el desembarco GT, Miguel Cabral y su Mitsubishi Lancer Evo X sólo pudieron ser quintos, aunque batiendo a otro Porsche, el de Julián Falcón, que iba tirando de fondo de armario a la hora de montar neumáticos. Muy por el sitio, como hay que conducir un coche como el SEAT León Supercopa, Juany Jorge finalizó séptimo lejos de los equipos de cabeza, y aún más lejos del BMW M3 de Cristian Alemán, vencedor en la Copa M.
Desmelenado al volante del Citroën Saxo Kit Car, Samuel Marrero tuvo que contentarse con la novena posición de turismos superando con nota al SEAT León Supercopa de Ayoze Campos. Dando a los aficionados lo que esperan de él, Miguel Quintino dio por buena la undécima posición batiendo a pesar de sus problemas en la segunda manga al Honda Civic VTI de Gabriel Hernández.
Pepe Juan Torres espantó viejos fantasmas en Moya con la decimotercera plaza (y como ganador en el Grupo T) superando su BMW M3 al Toyota Corolla Twin Cam de Juan Betancor.
En la Copa BMW Power, el ganador fue David Bolaños, seguido por Miguel Martín y Yeray Collado, con sus respectivos 325i. El Trofeo de Promoción de la FALP fue para Aythami Hernández y el Trofeo Memorial Manolín Suárez, dedicado al primer piloto clasificado de Moya, se fue al Peugeot 106 de Aday Suárez.
Con un tiempo de 3.59.613, René Santana ganaba la modalidad de barquetas con su Silver Car, seguido de Ricardo Rodríguez con la Speed Car Evo, a 4,8 segundos. Tercero finalizó la BRC de Aday Naranjo, seguido de César Mendoza con su Fórmula France.
Por último, en Regularidad Sport, Ayose Castellano-Carlos Rodríguez se impusieron con el SEAT 124 en e la modalidad Súpersport o media alta. Carlos Miranda-Juan Pablo Llarena con el Volkswagen Golf lograban el triunfo en media baja o categoría Sport, mientras el Trofeo 50 se lo adjudicaba Yeray Hernández-María Puga con el Toyota Starlet.
