Con el Atto 2 a punto de llegar al mercado canario, la firma de automóviles BYD pone de nuevo el foco en la tecnología “Cell to Body” con el objetivo de subrayar algunas de las cualidades del nuevo crossover urbano eléctrico.
La clave de esta arquitectura, ya utilizada en modelos como el Seal y Sealion 7, radica en la integración de la batería (Blade Battery) directamente en el bastidor del vehículo, convirtiéndola en parte estructural del chasis. Los beneficios son constatables, esta configuración permite una mayor rigidez torsional, mejor aprovechamiento del espacio interior y mayor resistencia en caso de impacto. Su diseño en forma de sándwich, con la batería entre dos cubiertas, también logra reducir el peso total del vehículo.
En concreto y en términos de seguridad, BYD asegura que al formar la batería parte integral del chasis, esta contribuye a absorber la energía en caso de colisión, reduciendo la intrusión en el habitáculo. Se estima que hasta el 20% de la fuerza de un impacto frontal y hasta el 30% de un impacto lateral se disipa a través de la batería. En cuanto a espacio interior, la eliminación de estructuras adicionales permite un habitáculo más amplio, con una capacidad de maletero de 400 litros, ampliable a 1.340 litros al abatir los asientos traseros.
En lo que respecta a la dinámica de conducción, el Atto 2 ofrece una rigidez torsional mejorada en un 32%, lo que se traduce en mayor una estabilidad. Además, también reduce el ruido y las vibraciones.
Con el ATTO 2, BYD lleva al segmento urbano una tecnología que hasta ahora solo se veía en vehículos de gama superior, solución que se suma a otras cualidades del vehículo como su potencia y rendimiento con una autonomía en ciclo combinado de 312 km, 463 km en ciclo urbano.