Hay modelos que representan un antes y un después en la trayectoria de una marca. El nuevo Eclipse Cross es todo un punto y aparte para Mitsubishi, ya que, aunque prolonga su idilio con el universo todocamino, se acerca a él desde otro enfoque en el que estilo, percepción de calidad y sensaciones al volante pasan a primer plano.
Con él, la marca de los tres diamantes estrena una nueva identidad visual que ha estado cocinando a fuego lento los tres últimos años. Ésta se materializa en ese frontal bien definido, una dinámica silueta propia de un coupé y una espalda moderna y tecnológica gracias a la adopción de unas ópticas que crean una particular firma luminosa.
Que se haya elegido la denominación Eclipse (propia de los deportivos que Mitsubishi comercializó en el mercado estadounidense desde 1989 hasta 2012), es sólo un avance de lo ambicioso de este modelo a nivel dinámico. Para que su conducción sea toda una experiencia, se han empleado técnicas de construcción que han hecho su carrocería muy rígida y los ingenieros de la marca han invertido mucho tiempo y recursos en calibrar los amortiguadores. Todo, para lograr un tacto en carretera propio de lo que es: un coupé.
El apellido Cross no es simple adorno. Los ochenta años de experiencia de Mitsubishi en el ámbito de los todoterreno se materializan en otro de los componentes con los que este modelo puede marcar distancias con sus rivales: el Sistema Integrado de Control Dinámico del Vehículo (S-AWC), que distribuye par hacia el tren posterior cuando las condiciones de conducción lo requieren. El S-AWC (que funciona sobre tres modos activables por el piloto) se complementa con el Control Activo del Desvío de la Dirección que gestiona, rueda por rueda, el par y la fuerza de frenado.
Con este modelo, Mitsubishi llega más lejos que nunca en materia de seguridad al proporcionarle sistemas tan avanzados como el de Mitigación de Colisión Frontal, la Alerta de Salida de Carril, la Detección de Ángulo Muerto, la Alerta de Tráfico Posterior, el Control de Crucero Adaptativo o la Activación Automática de las Luces de Cruce. Con ello, con sus siete airbags y esa estructura reforzada, puede sacar pecho como uno de los SUV más seguros al obtener la máxima puntuación (cinco estrellas) de la agencia independiente EuroNCAP.
Dos motores pueden impulsar el nuevo Eclipse Cross: un 1.5 MIVEC de inyección directa de gasolina sobrealimentado o el 220 DI-D diésel que se incorporará más tarde. Ambos pueden ir de la mano de una caja de cambios automática de ocho velocidades, con la particularidad de que el propulsor de gasolina cuenta con un Sport Mode.
La calidad se ve y se siente
El reposicionamiento de Mitsubishi con el Eclipse Cross se aprecia también en una mayor percepción de calidad que afecta a la disposición de algunos de los componentes de su habitáculo, pero también a los materiales, texturas, colores y mandos empleados. Esto incluye la pantalla táctil de 7’’ compatible con Apple CarPlay y Android Auto y cuyo control también puede correr a cargo de un panel táctil situado en la consola. Es una solución muy ergonómica también el Head-Up Display a color que puede concentrar información sobre la velocidad, el control de crucero, el navegador, etcétera, muy cerca del campo visual del conductor.
Aunque con 4,4 metros de largo y una distancia entre ejes de 2,67 metros, el espacio interior está garantizado, las plazas traseras ofrecen plena adaptabilidad con su banqueta deslizante y los respaldos con ocho niveles de inclinación entre los 16 y los 32º.