Antes de lanzarse a tumba abierta a producir coches eléctricos para un mercado aún incipiente, Honda ha preferido ser cauta y poner casi toda su atención en la tecnología híbrida como pilar de su estrategia. La decisión no es descabellada si se tiene en cuenta cómo evoluciona y dónde se ha situado el grueso de las ventas de vehículos electrificados en este último periodo.
La marca, por supuesto, no renuncia a lo que más pronto que tarde será la realidad del mercado. El Honda e:Ny1 (eniuan) se puede interpretar como una llamada de atención de su capacidad para estar a la altura de las circunstancias en el momento oportuno. Y es que el primer SUV eléctrico de la firma japonesa no es, ni mucho menos, fruto de la improvisación. Responde a un interesante programa desarrollado sobre la plataforma e:N Architecture F específica para coches eléctricos, antesala de una ofensiva que tendrá su cénit con la llegada de la serie Honda ‘0’, una nueva gama de vehículos “cero” emisiones que la marca prevé lanzar a partir de 2026.
Su configuración se sitúa la altura de la filosofía que Honda viene adoptando en todas sus decisiones y que sitúa el foco principal en la eficiencia. Un concepto no sólo entendido como fórmula para economizar en consumo, sino pensado como solución global en el que se aprovechan todos los aspectos asociados a su desarrollo para reducir el gasto energético sin comprometer las prestaciones o las sensaciones al volante.
Un buen ejemplo es su motor eléctrico impulsor del tren delantero. Rinde 204 CV (150 kW) y puede desarrollar un par motor máximo de 310 Nm, cifras dentro de lo correcto para un modelo pensado para un uso polivalente, que aspira a ser el vehículo principal de la familia.
La batería de iones de litio tiene una capacidad bruta de 68,8 kWh, y puede recorrer en ciclo combinado hasta 412 kilómetros con una sola carga. En condiciones reales, combinando trayectos urbanos y carretera de montaña, es razonable esperar una autonomía próxima a esa cifra. Esto significa que atendiendo a la media de kilómetros que realiza una gran mayoría de usuarios de las islas diariamente (unos 50 km), podría estar toda una semana circulando sin tener que repostar. La cifra de consumo promedio registrado en nuestra prueba se situó en unos 17,5 kWh/100 km.
Precisamente para la recarga existen dos posibilidades, en una toma doméstica de corriente alterna con una potencia de hasta 11 kW, se podría completar una carga completa en menos de una noche -seis horas, aproximadamente-. También admite carga rápida en corriente continua de hasta 78 kW, estimándose una recuperación del 10 al 80% de la capacidad de la batería en unos 45 minutos.
SINERGIAS
Otro buen ejemplo es su diseño, aunque algo continuista. Y es que, con unas dimensiones de 4,39 metros de longitud, 1,79 metros de ancho y 1,58 metros de altura, a priori se podría confundir con algunos de sus hermanos híbridos, eso sí, introduce una serie de elementos específicos que revelan su verdadera naturaleza.
En el frontal destaca la parrilla completamente cerrada, una solución habitual de los eléctricos que en su caso, además de mejorar la aerodinámica, esconde la trampilla para la toma de corriente. A ambos lados, los faros LED de diseño afilado y debajo el parachoques el cual acoge una pequeña parrilla en la parte inferior, un discreto protector y dos entradas de aire en los flancos que también contribuyen a facilitar el flujo del aire.
En el lateral, predominan las superficies lisas, con la línea de cintura en ligero ascenso y las manillas de las puertas traseras ocultas lo que aporta cierto dinamismo visual. Las llantas de aleación de 18 pulgadas presentan un diseño característico con diez radios dobles y están acabadas en plateado y negro. En la parte trasera, el portón integra una banda luminosa horizontal que une ambos pilotos, y como detalle característico, el nombre de Honda representando con todas sus letras, en sustitución del clásico logo de la marca.
BUEN APROVECHAMIENTO
En el interior del e:Ny1, la impresión es la de un coche desarrollado a conciencia, con una ambientación muy cuidada y una calidad por encima de lo que hoy en día es habitual en un vehículo de su clase. Esto es una cualidad inherente a Honda que por línea general, no suele escatimar en materiales, transmitiendo una gran impresión de bienestar a bordo.
La interactividad también es un aspecto clave. Al primer golpe de vista descubres que tiene todos los elementos de entretenimiento bajo control. En el túnel central, el selector de marchas y el de los distintos modos de conducción, además de alguna función básica más y frente al conductor el cuadro de instrumentos digital. No obstante, todo el protagonismo gira entorno al display central, una enorme pantalla de 15,1 pulgadas orientada verticalmente, con tres zonas de proyección desde donde se gestionan prácticamente todas las funciones del vehículo. El sistema permite cierto grado de personalización, adaptando la información según las preferencias del conductor. En la parte superior se muestra la navegación y la información multimedia, la intermedia
proyecta las funciones de conducción y los flujos de energía, y la inferior está reservada exclusivamente a la climatización.
El aprovechamiento del espacio también es notable. Pese a sus dimensiones compactas, Honda ha sido capaz de sacar provecho a cada rincón del interior para ofrecer amplitud y comodidad tanto en la fila delantera como en la reservada a los tres pasajeros del asiento posterior. A su vez, hay varios espacios portaobjetos repartidos por el habitáculo, incluyendo una plataforma de carga para el teléfono móvil bajo la consola central. El maletero tiene una capacidad de carga de 361 litros, ampliables al abatir los asientos traseros en configuración 60:40.
En definitiva, una alternativa lógica para familias o conductores que buscan un vehículo eléctrico fiable, funcional y fácil de domar, con un interior al que no le falta detalle.
PRIORIDAD AL CONFORT
El Honda e:Ny1 se posiciona como una opción práctica y equilibrada que ofrece una conducción confortable y cómoda. En carretera transmite confianza, se mueve con agilidad, filtrando con firmeza las irregularidades del asfalto y mostrándose una gran estabilidad general.
El modelo ofrece la posibilidad de ajustar la intensidad de la frenada a través de unas levas situadas detrás del volante. Con ellas es posible regular el nivel de recuperación de energía al levantar el pie del acelerador, aunque el efecto es bastante discreto. Otra forma de priorizar la eficiencia es a través de los tres programas de conducción -Eco, Normal y Sport-, si bien, y al igual que antes, los cambios son muy sutiles, no alterando en exceso su carácter durante la conducción.
En ciudad, la posición elevada al volante y lo ligera que es la dirección facilita la forma de desenvolverse entre el tráfico. También tiene un radio de giro excepcionalmente bueno y con las cámaras de visión periférica no hay maniobra de aparcamiento que se resista.