CUPRA Born, carisma para regalar

Cupra entra en una nueva etapa en su plan de conquista y lo hace utilizando de nuevo una de sus mejores armas, la emoción, en una combinación inédita en el que entra en juego por primera vez la propulsión cien por cien eléctrica. Para la marca es todo un desafío. El nuevo Born –el nombre escogido finalmente- ni siquiera busca la complicidad de lo que hoy por hoy es tendencia de mercado, animándose a salir de lo que hasta ahora ha sido su zona de confort y explorar las posibilidades de la clase compacta. El resultado, al primer golpe de vista, no deja indiferente.

Desarrollado sobre la plataforma modular MEB del Grupo Volkswagen –la misma que utiliza el ID.3-, la carrocería se extiende hasta los 4,32 metros de largo, mientras el ancho y la altura se sitúan en 1,81 metros y 1,54 metros, respectivamente. La batalla alcanza los 2,77 metros y las baterías están ubicadas entre los dos ejes, consiguiendo un reparto equitativo del peso y un centro de gravedad muy bajo. Todo ello es importante a la hora de definir aspectos esenciales de su propia concepción como vehículo orientado a transmitir el gen de la deportividad.

MIMADO

El diseño juega un papel fundamental en este sentido irradiando una acusada personalidad mediante el uso de una característica firma luminosa, con tecnología Full LED,  y formas afiladas salpicadas de destellos de carácter. Es el caso de la insignia tribal situada sobre el capó, la inclinación del pilar A, los estribos laterales o las impresionantes llantas de hasta 20 pulgadas con inserciones en cobre como seña de identidad de la marca–disponibles también en 18 y 19 pulgadas-. La impresión de techo flotante mediante el empleo de acabados texturizados sobre el pilar C, la conexión lumínica entre los grupos ópticos traseros, otro de sus símbolos identificativos,  o la interpretación del embellecedor/difusor en los bajos de la sección posterior complementan a todos los niveles esa potente impresión general.  

Una vez superado el umbral de las puertas, el ambiente se impregna de una atmósfera moderna y refinada donde la digitalización campa a sus anchas ofreciendo un alto nivel de conectividad a través de una aplicación específica y numerosas funciones y servicios asociados a la plataforma Cupra Connect.

La pantalla principal, de 12 pulgadas y suspendida sobre la columna central se orienta ligeramente hacia la posición cockpit del conductor. Para el cuadro de instrumentos digital se ha optado por una solución similar a la empleada en el ID.3 de tamaño y diseño simplificado en el que se incluye como elementos anexos los controles del cambio de marchas y el freno de estacionamiento. Dicen que para traspasar la responsabilidad de contenidos al Head up Display con sistema de visualización con realidad aumentada, lo que visto su funcionalidad en otros ejemplos similares, toma mucho sentido.

Los asientos, como no, son de corte deportivo y están tapizados con una alta proporción de materiales provenientes del reciclado de plásticos marinos (SEAQUAL). Este tejido fibroso con textura de gamuza se hace extensible a los paneles de las puertas y está disponible en distintos tonos como fórmula de personalización combinándolos con el uso de efectos y superficies de tres dimensiones. El vehículo ofrece un espacioso y confortable habitáculo tanto en los asientos delanteros como en las tres plazas traseras y la capacidad del maletero es de 385 litros.

ELÉCTRICO CON MUCHO PUNCH

El motor eléctrico –uno de momento- se sitúa sobre el eje posterior y proporciona tracción trasera. La oferta contempla tres potencias y tres posibilidades de batería, nos centraremos en las dos superiores que a buen seguro conformen el grueso de los pedidos de la marca. La primera rinde 150 CV (110 kW) de potencia y 310 Nm de par, y la segunda con 204 CV (150 kW) y 310 Nm. Asociado a la versión de mayor potencia Cupra ofrece el pack e-Boost (disponible a partir de 2022) capaz de aumentar la potencia hasta los 231 CV.

Con este extra, la respuesta se vuelve aún más contundente, tanto como para alcanzar los 50 km/h desde parado en tan solo 2,6 segundos y los 100 km/h en 6,6 segundos. Esta opción se puede escoger con en dos variantes de batería  de iones litio –de 77 kWh y 58 kWh-. Con la primera la autonomía ronda los 540 kilómetros (ciclo WLTP) mientras que con la segunda el dato se sitúa en 420 kilómetros.

La compatibilidad del sistema con el cargador rápido de corriente continua (CC) de 125 kW (batería de 77 kWh) le permite recuperar hasta 100 km de autonomía en 7 minutos. En cualquier caso, la marca ofrece distintas soluciones de recarga adaptadas a las necesidades particulares del usuario.  Las opciones van desde un cargador tipo Wallbox convencional hasta otras específicas que permiten controlar de forma remota todo el proceso. La aplicación Cupra Easy Charging simplifica la utilización de todos estos sistemas.

Todo lo anterior, atendiendo a su perfil dinámico, está muy bien pero Cupra no ha querido quedarse únicamente en una declaración de intenciones  y para ello ofrece la oportunidad de dotar al nuevo modelo de sistema de control de chasis adaptativo DCC en combinación con la suspensión deportiva, control de estabilidad deportivo (ESC Sport), dirección progresiva así como frenos sobredimensionados y neumáticos de gran anchura garantizando el perfecto equilibrio entre rendimiento y comportamiento.

El equipamiento se completa con una amplia gama de sistemas activos que ayudan a la conducción como el asistente de crucero adaptativo (ACC) predictivo, asistente de viaje, asistente lateral y de salida involuntaria de carril así como reconocimiento de señales de tráfico, asistente de emergencia y asistente de precolisión (Pre-crash Assist).