La firma de automóviles eléctricos BYD se ha estrenado en las Islas con notable éxito. La gama, representada en la actualidad por la berlina deportiva Han, el SUV familia Tang, el SUV compacto Atto 3 y el recién llegado Dolphin, ha atraído la atención de numerosos interesados, con toda seguridad, conocedores de la trayectoria de una compañía convertida en uno de los mayores fabricantes mundiales de vehículos de nueva energía y de baterías.
Uno de los aspectos que más han contribuido a su éxito ha sido precisamente su condición como empresa pionera en la fabricación de baterías -inició su actividad hace más de 28 años-. Desde 2020, sus vehículos vienen equipados con un paquete que han denominado ‘Blade Battery’ caracterizado por su compacidad, composición, rendimiento y seguridad, y sinónimo de garantía lo que supone un perfecto escaparate a la hora de comercializar sus modelos.
Como adelantábamos, una de las claves de su desarrollo es su tamaño compacto. Con unas dimensiones menores que las baterías tradicionales gracias a su estructura en forma de cuchilla -de ahí su nombre-, su volumen cúbico es un 50% inferior al de otros modelos del mercado. Esta forma de construcción unido a un carenado de aluminio y un módulo de control que reduce la pérdida de energía y estabiliza la temperatura hacen que este conjunto no sólo propicie una mayor habitabilidad interior en sus modelos, sino que se convierta en una referencia en términos de seguridad, rigidez torsional y rendimiento.
En términos de composición, la Blade Battery de BYD emplea en su desarrollo tecnología de litio ferrofosfato (LFP) para el cátodo, prescindiendo de otros componentes como el níquel y el cobalto lo que no sólo garantiza una vida útil mayor que la de una batería de litio convencional, sino que también cuenta con mayor resistencia y durabilidad.
Los test indican que sus desarrolladores están en el camino correcto y es que tras someterlas a intensas pruebas de uso, se ha demostrado que son capaces de soportar más de 3.000 ciclos de carga y descarga, lo que se traduce en una vida útil que sobrepasa los 1,2 millones de kilómetros.
Con estas premisas, BYD ofrece una garantía oficial para la Blade Battery de 8 años o 200.000 km. Esta garantía es transferible en caso de que el coche se venda durante el período de cobertura, lo que supone un valor adicional a cada vehículo de la marca.