Desde su aparición en 2003 el Mazda ha hecho de la deportividad uno de sus principales signos de identidad. Un estilo que ha calado entre los clientes del segmento en Europa dando un giro ahora en su concepción hacia un nuevo nivel de confort y mejorando a su vez la experiencia de conducción. Dos conceptos que en términos de dinámica van muy emparejados.
El Mazda3 actual se presenta en acabados de 4 y 5 puertas, cada una de ellas con una personalidad propia sin olvidar la versión más deportiva, el Mazda3 MPS, uno de los una de las joyas de la casa en lo que a deportividad se refiere. Aparte de su atractivo estético, el Mazda3 ofrece una tecnología vanguardista y un completísimo equipamiento que lo sitúan a la altura de sus más afamados competidores.
Un vehículo de su tiempo
El nuevo Mazda 3 ofrece, tanto de serie como de forma opcional, un sistema de audio BOSE con 10 altavoces y funcionalidad MP3 por Bluetooth, sensores de aparcamiento que facilitan las maniobras de estacionamiento en ciudad o los faros delanteros de xenón adaptativos, el testigo de control de presión de los neumáticos, la alerta de cambio de carril y la señal de parada de emergencia (ESS). Sistemas que se unen a otros dispositivos de seguridad como los airbags delanteros, laterales y de cortina para convertirse un vehículo adaptado a su tiempo, exigente en seguridad y con lo indispensable en sistemas de asistencia al conductor.
Variada oferta de motorizaciones
El nuevo compacto de Mazda posee una gama de cinco motores de gasolina, tres motores diésel common-rail, transmisiones manuales de cinco y seis velocidades, y una transmisión automática de cinco velocidades. Entre los primeros se encuentran el 2.0 litros DISI con i-stop y transmisión manual de seis velocidades, que genera una potencia de 150 CV. El i-stop es un sistema de corte del ralentí que apaga el motor cuando el coche está parado, con el fin de ahorrar combustible. Otro motor de gasolina muy destacable es el 2.3 l. DISI Turbo de altas prestaciones, que se combina con una transmisión manual de seis velocidades. Se monta en el Mazda3 MPS y está dirigido a los que buscan las sensaciones más deportivas. Desarrolla 260 CV de potencia máxima y cuenta con un par máximo de 380 Nm. Su consumo es de 9,6 litros de gasolina a los 100 km, una cifra muy razonable para un automóvil de altas prestaciones.
El resto de motorizaciones corresponden al 2.0 de 150 CV y el 1.6 de 105 CV cuyo consumo es e 6,4 litros a los 100 kilómetros y sus cifras de emisiones de CO2 son de 147 g/km de CO2.
En el apartado diesel nos encontramos con el 2.2 turbodiesel en versiones de 185 CV y 150 CV y por último, el turbodiesel CRTD de 1.6 litros con transmisión manual de seis velocidades. Su potencia es de 115 CV y el par se eleva hasta los 270 Nm. Su consumo es de 4,3 litros a los 100 km y las emisiones se establecen en 115 g/km de CO2.