Ducati añade una equis a la ecuación para crear la XDiavel, la mutación de una de las últimas incorporaciones a su gama y con la que se adentra en un territorio inexplorado por la marca italiana: la de las cruiser. Y lo hace sin complejos y volcando en ella su manera de entender la motocicleta. Aunque para ello tenga que alterar el orden natural de esta categoría.
Si despejamos esa equis de su nombre lo que aparece es esa voluntad de la marca de acercarse a las normas de las cruisers. A saber: conducción relajada, pies hacia delante y capacidad para hacer kilómetros y kilómetros... Bien, a esto Ducati ha puesto varios toques de picante, el que aporta su estremecedor motor Testastretta DVT 1262 de 156 CV; un aluvión de componentes tecnológicos y un diseño ‘made in Borgo Panigale’.
Su motor lo envuelve todo y no sólo porque, como toda Ducati desnuda, juegue un papel principal en su estilo. También porque marca el carácter de la XDiavel y la eleva al cielo de las cruiser. Su condición de bicilíndrico, su gran capacidad (1262 cc), la transmisión por correa y el Desmodromic Variable Timing se traducen en una entrega del par instantánea y continua. La tentación de mandar a paseo la conducción relajada que pide una cruiser es enorme, pero para ello cabe la posibilidad de jugar con los modos de conducción seleccionables a través de la piña de mandos de la izquierda.
Si se opta por el modo ‘Sport’, entonces se obtiene carácter Ducati en vena. La capacidad de aceleración de la XDiavel nos teletransporta a una de sus ‘hi sport’, aunque vayamos con los brazos y los pies en alto. Es la escasa protección frente al viento lo que nos hace entrar en razón y movernos en esos márgenes de velocidad más propias de este segmento.
En cuanto a su conducción, toda la parte ciclo ha sido diseñada y puesta a punto para proporcionar una agilidad espectacular. Prueba de su eficacia es que admite un ángulo de inclinación de 40º y que bailar con ella entre curva y curva proporciona un placer indescriptible.
Tan sofisticada como segura
Además de amoldar el gran potencial del motor V2 Testastretta a los cánones cruiser, los modos de conducción también permiten adaptar el carácter de la XDiavel según el uso que vayamos a hacer de ella. Las distintas posiciones del control de tracción y del ABS, ambos seleccionables mediante el display a color, son un as en la manga si las cosas se ponen difíciles o en una conducción ‘freestyle’. Garantiza su máxima efectividad el Intertial Measurement Unit de Bosch y su red de sensores que Ducati viene empleando en sus modelos más sofisticados.
Llevar al límite el control de tracción de la XDiavel es un lujo permisible sólo en circuito, igual que el Ducati Power Launch, un control de lanzamiento que aprovecha hasta la última gota de potencia de su motor. Mucho más útil (y realista) es el control de velocidad de crucero que se gobierna mediante un mando específico y que se emplea exactamente igual que en un coche. En la Ducati XDiavel también hay tecnología al servicio del diseño, como el alumbrado full LED que le da su toque personal a la XDiavel ya sea de día o de noche.