TECNOECOLOGÍA
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Falsos mitos sobre el GNC

  • Andrew Shepherd aclara las cuestiones sobre su funcionamiento

Con todo el rebumbio que rodea el actual escenario relacionado con la sostenibilidad y la progresiva implantación del vehículo eléctrico quizás se nos esté olvidando que aún existen soluciones intermedias o de tránsito capaces igualmente de reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire.

Nos referimos al gas natural comprimido (GNC) y que por desconocidas o perjudicadas por falsos mitos no están teniendo la consideración que se merecen. Para arrojar algo de luz sobre esta cuestión, Andrew Shepherd, responsable de Producto de GNC de Seat, aclara las principales cuestiones sobre su funcionamiento y beneficios, asegurando que “este combustible tendrá un papel protagonista en la movilidad del futuro ya que en 2017 las matriculaciones de vehículos a gas crecieron en España un 237%”.

Muchos interlocutores se preguntan si existen pérdidas de potencia o si cambia la sensación al volante. La realidad es que no. Shepherd asegura que “la sensación circulando es la misma, ya que las prestaciones de los motores alimentados por gas son idénticas a las de los coches diesel o gasolina con la misma potencia”.

También existe una preocupación importante por la seguridad, principalmente en lo referente a los depósitos utilizados para almacenar el gas en el vehículo. La explicación resuelve cualquier duda al respecto, “los depósitos de gas están diseñados, fabricados y homologados según los más altas estándares de la industria”. Además, “estos incluyen una válvula de seguridad que, en caso extremo, evacuaría el gas a la atmósfera de manera controlada”. Lo más significativo, en cualquier caso, es que los componentes están testados para resistir condiciones extremas, “el depósito alcanza una presión máxima de unos 200 bars, pero está diseñado para poder soportar más del doble”.

Otra de las cuestiones principales que se plantean es si estos vehículos están autorizados a circular en situaciones como las que se están produciendo en ciudades como Madrid donde cada vez son más habituales los incómodos protocolos anticontaminación. La respuesta es contundente, sí. Los coches alimentados por GNC están clasificados con la etiqueta ECO y por lo tanto pueden circular durante los periodos de restricción de tráfico. “Además, esta distinción tiene ventajas para los propietarios, como una bonificación del 75% en el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, la exención del pago del impuesto de matriculación y descuentos en aparcamientos y peajes” (según ciudades).

Hay que explicar, para aquellos que no lo sepan, que el vehículo puede circular tanto con gas o en caso que este se agote, sólo con gasolina. El sistema es el que se encarga de cambiar de forma automática de combustible permitiendo al conductor continuar sin necesidad de parar. Un testigo en el cuadro de instrumentos informa al usuario del combustible que alimenta al motor en cada momento. Ello tiene un beneficio añadido y es que se puede circular sin necesidad de repostar hasta 1.300  kilómetros, en el caso de Seat. Repostar el depósito de gas es posible en todos los países europeos que cuentan con gasineras ya que el sistema se hace mediante una boquilla universal.

Las dos últimas cuestiones atienden a dudas sobre el precio de adquisición del vehículo y los costes sobre mantenimiento. Respecto a lo primero, y es fácil de combrobar, el valor de adquisición se asemeja muchísimo al de cualquier vehículo diesel o gasolina. A ello hay que añadir el beneficio que supone el coste actual del GNC. “Llenar el depósito cuesta tan sólo, aproximadamente, 13 euros… Ello permite ahorarr un 30% respecto a los vehículos diesel y un 55% respecto a los de gasolina”.

La mecánica de los vehículos de gas, por su parte, es igual a la de los coches tradicionales y es falso que bujías o filtros tengan que cambiarse con mayor frecuencia, rebate el experto de Seat. La única diferencia es que “antes de cada revisión de ITV, se tiene que certificar la estanqueidad del sistema de gas y, cada 4 años, realizar una inspección visual de los depósitos en un taller especializado.

 

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