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Audi e-tron Sportback, puro temperamento

  • El sistema propulsor rinde 313 CV y 540 Nm de par máximo
  • Interior de talante ostentoso, confortable y ampliamente digitalizado
  • El e-tron Sportback 50 admite cargas de hasta 120 kW

Con la versión coupé del e-tron Sportback, Audi se aproxima un poco más hacia el principio de deportividad y emotividad que la marca defiende con tanto orgullo. Una senda que alcanzará uno de sus puntos álgidos con la llegada este año del e-tron GT y que junto al también anunciado Q4 e-tron supone el comienzo de toda una aspiración, construir una gama completa de modelos cien por cien eléctricos, escaparate de innovación y de las posibilidades que ofrecen sus sistemas de propulsión.

 El e-tron y el e-tron Sportback tienen muchos puntos en común, entre ellos sus cotas de longitud y distancia entre ejes. La principal diferencia la encontramos precisamente en su perfil donde nuestro protagonista se desmarca aportando una apariencia dinámica más aparente derivada del desarrollo estético de la zaga. Este planteamiento establece una nueva relación causa-efecto en términos aerodinámicos. Y es que junto a la aportación de otros elementos funcionales como los espejos retrovisores virtuales, su nuevo perfil permite establecer un coeficiente de penetración de 0,25. Su trascendencia en el consumo y por tanto, en la autonomía es fundamental para continuar avanzando en el compromiso de eficiencia. Insistiremos en este pacto cuando hagamos referencia al sistema de recuperación y al apartado de ayudas a la conducción.

En cualquier caso, Audi esculpe su gama a partir de un desarrollo común en lo que a plataforma y propulsión se refiere, ofreciendo como en el e-tron, dos variantes mecánicas. Centrados en el modelo que nos ocupa, el del e-tron Sportback 50 quattro, el sistema se estructura a partir de un motor eléctrico en cada eje que en conjunto generan 313 CV de potencia (230 kW)  y 540 Nm de par. El paquete de baterías tiene un única fila de módulos con una capacidad de 71 kWh con las que se puede cubrir una distancia de 346 kilómetros en situación de conducción real (en el e-tron Sportback 55 quattro existen dos filas superpuestas que producen 95 kWh).

COMPORTAMIENTO

Nada más iniciar la marcha sale a relucir su temperamento. La mecánica empuja de forma poderosa poniendo en evidencia su capacidad para subir de vueltas de forma instantánea –alcanza los 100 km/h desde parado en tan solo 6,8 segundos-. Está claro que la ciudad no es el “terrero” en el que mejor se desenvuelve.

Fuera de ella tiene una agilidad notable a pesar de su envergadura. En carreteras y autopistas hay que rendirse a la evidencia y es que fruto de su elevado desarrollo técnico, incluido los beneficios de la tracción quattro eléctrica, existe una efectiva sincronización de todos los recursos para optimizar su comportamiento.

Conciliar este proceso es en parte tarea del Audi drive select y sus siete perfiles de selección que permiten modificar la respuesta del sistema de propulsión y de otros parámetros para perfilar el carácter del vehículo. También de la suspensión neumática adaptativa y de su réplica frente a cada situación de conducción rebajando incluso la altura del vehículo cuando circulamos a alta velocidad.

CONFIGURACIÓN

Todo el operativo tiene lugar en un interior de talante ostentoso, confortable y ampliamente digitalizado. A lo largo del salpicadero se integran, frente al conductor la instrumentación digital, y alojadas en la columna central, dos pantallas táctiles de fácil acceso. Sobre el túnel, el mando de la transmisión y en los paneles de las puertas los controvertidos monitores de los espejos retrovisores virtuales. Desde el punto de vista operativo, las levas del volante adquieren gran importancia al convertirse en herramienta de gestión del sistema de recuperación de energía.

También el sistema de asistencia de frenado se puede encargar de esta labor de forma automática. Al acercarnos al vehículo que nos precede el vehículo inicia la regeneración de manera predictiva para no tener que utilizar el pedal de freno. Es el sistema el que decide qué recurso escoger en cada momento, tan eficaz para detectar el momento de iniciar la frenada como para decidir anularla a partir del momento que ponemos el indicador con intención de iniciar la maniobra de adelantamiento.

El resto del proceso de carga dependerá de una estación. El e-tron Sportback 50 admite cargas de hasta 120 kW con el que alcanza el 80% de su capacidad en más o menos media hora. Esto no es lo convencional por lo que siendo realistas y utilizando un wallbox de corriente alterna de 11 kW el tiempo de espera será de unas ocho horas. En un puesto de carga público de 50 kW (los más extendidos) se consigue una carga completa en menos de dos horas.

 

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