Renault sigue sin levantar el pie del acelerador. El fabricante no deja de lanzar novedades a un ritmo vertiginoso y, tras presentar su Lattitude en Moscú, ya ha anunciado que en el Salón de París estrenarán la nueva imagen del Laguna. Poco, muy poco ha tardado esta berlina en recibir nuevas pinceladas en su diseño, equipamiento y motorizaciones, sobre todo si tenemos en cuenta que ya a finales del pasado año el Laguna recibió algunas modificaciones en su gama.
Aunque su estreno ante los flashes está a la vuelta de la esquina, Renault nos ha facilitado ya algunas imágenes con las que hacernos una idea muy clara de cuál va a ser el nuevo aspecto del Laguna, por lo menos en las carrocerías berlinas y familiar, ya que de momento la versión Coupé es intocable. Lo que más llama la atención de este facelift es que se detecta una herencia clara y directa del Fluence –el sedán de enganche entre el Mégane y el Laguna- y del propio Mégane.
El frontal es más compacto. Los grupos ópticos delanteros son, al menos a primera vista, idénticos a los del actual Laguna con una pequeña salvedad, el pequeño párpado superior que –intuimos- tendrá como función guiar el haz de luz de los proyectores. La clave de su nuevo diseño está en el nuevo paragolpes, mucho más complejo y curvilíneo que el de la versión antigua. Así, los faros quedan mucho mejor integrados por el pligue que dibuja en su base, potenciando su imagen deportiva. Se pueden rastrear huellas del Mégane, pero quizá es más clara la impronta del Fluence en ese esfuerzo con romper la continuidad del paragolpes delantero creando una sección intermedia a modo de gran parrilla subrayada por un ribete cromado.
En Renault aseguran que su interior ha recibido cambios más leves pero igual de profundos para ahondar en una de las grandes conquistas de esta generación del Laguna, su sensación de calidad a la vista y al tacto. Lo que sí está claro es que el fabricante francés sigue apuntalando su inmensa gama y cada vez que lanza alguna novedad o revisa un modelo ya en juego, lo hace aportándole un aire propio, sin caer en la tentación de estandarizar toda su paleta de vehículos.
También en motores
Otra novedad es la ampliación de la oferta del sistema 4control de ruedas directrices a las motorizaciones centrales de la gama, es decir, el dCi de 130 y 150 CV de potencia, cuando hasta ahora esta opción estaba más restringida en la gama Laguna. También desde el punto de vista de sus motorizaciones, la berlina ‘top’ de Renault recibe un motor dCi de 110 CV revisado con el que no sólo reduce su consumo, también logra plantarse en la barrera de emisiones que le exime del pago del impuesto de matriculación: 120 gramos por kilómetro.
Además, ya centrados en su equipamiento de confort, el nuevo Laguna berlina y Grand Tour incorporará tecnología de alto nivel al servicio del conductor y los pasajeros, como el sistema de navegación Carminat TomTom Live o el sistema de sonido Bose Sound.