El Polo GTI se reinventa

Poco después de conocer en septiembre y de primera mano la última edición del Polo, llegará a los mercados la variante GTI. El utilitario deportivo renueva su singular atractivo y hace honor a las siglas que representa mediante la mejora de la respuesta del motor y adoptando un nuevo tren de rodaje que afina aún más su comportamiento.

Más allá de los detalles que delatan de que en esencia se trata de una nueva edición,  el nuevo GTI añade a los clásicos guiños de estilo, nuevos elementos que forman parte del muestrario de la gama más actual del fabricante alemán. Así, y junto a la legendaria franja roja de la parrilla del radiador o la trama en forma de panal de abeja de la rejilla de ventilación, de serie equipa los nuevos faros Matrix LED IQ LIGHT así como la tira iluminada que complementa a nueva firma luminosa que forma la luz de conducción diurna.

También son nuevos los parachoques de diseño específico así como los faros traseros LED, con luz de freno animada e intermitentes dinámicos, todo un símbolo de expresión deportiva.  La representación última de su identidad corresponde al logo “GTI” inserto de forma bien visible tanto en la parrilla principal como en el centro del portón trasero, justo debajo del emblema de la marca.

Como digno sucesor del primigenio GT G40, su actual construcción a partir de la plataforma modular transversal (MQB) le proporciona las características necesarias para convertirse en ese deportivo valiente que se atreve con casi todo. Su peso liviano y su baja distancia al suelo son un buen punto de partida como lo es también la alta resistencia de la carrocería. A partir de ahí entran en juego otras variables como el bloque formado por el motor 2.0 TSI, cuatro cilindros, de 207 CV y 320 Nm de par máximo y su asociación con el cambio automático DSG de siete velocidades que como detalle proporciona el rendimiento necesario para alcanzar los 100 km/h desde parado en tan solo 6,5 segundos.

Sus prestaciones maridan a la perfección con el nuevo tren de rodaje deportivo Sport Select, especialmente configurado para acentuar sus cualidades dinámicas incluso para el uso a diario. La capacidad para distinguir entre dos ajustes diferentes para la amortiguación recae en el selector de los distintos perfiles de conducción –Eco, Individual, Normal y Sport- gestionando a su vez la dirección, la entrega de potencia del motor, la electrónica de la transmisión de doble embrague e incluso el sonido que emana de los escapes para sacar el máximo partido a sus prestaciones y obtener el mejor comportamiento en cada situación.

Dos ejemplos extremos de su versatilidad para adaptarse a distintos escenarios son, por un lado, la función asociada al modo Eco para la administración del consumo y que permite en momentos concretos el desplazamiento del vehículo “a vela” mediante la desconexión de la caja. En el otro lado de la moneda se sitúa el bloqueo del diferencial XDS que ayuda a exprimir al máximo la tracción en curvas controlando la presión del frenado de la rueda delantera interior y estableciendo un mayor control cuando se conduce de forma animada.

El Polo GTI se muestra igual de avanzado cuando de proteger a los ocupantes se refiere. Un ejemplo es el IQ. Drive Traves Assist, en un primer acercamiento hacia la conducción pilotada en el que el control de crucero adaptativo ACC trabaja en asociación con el aviso de salida de carril Lane Assist para hacer que los largos viajes sean más cómodos y seguros.