Cumpliendo escrupulosamente los plazos y antes de centrarse en el relevo del Súper 2000, el R5, Peugeot Sport ya tiene prácticamente listo el 208 R2, el sucesor del 207 RC que ha dado vida a las distintas copas monomarca –o ‘Volant’- que la marca francesa ha ido apoyando a lo largo y ancho del planeta. La primera unidad está lista y antes de su homologación en julio y de su participación en un rally de manera oficial a mediados de agosto, este próximo fin de semana se le verá rodar por primera vez en público en el Tour de Corse, cuarta cita de la temporada del IRC.
Esta versión de acceso al mundo de los rallys es, en parte, fruto del momento que vivimos o –mejor dicho- nos toca vivir. Decimos esto porque Peugeot Sport alaba sus prestaciones, pero pone el acento con un trazo más grueso en sus costes de explotación y la fiabilidad de su transmisión y del equipo eléctrico y electrónico. También se ha intentado que la posible transformación de una unidad de asfalto a tierra o viceversa sea más sencillo y económico reduciendo el número de piezas necesarias para esa metamorfosis. Según el fabricante, esto ha sido posible “reagrupando funciones y utilizando elementos habituales en el banco de órganos del departamento de competición-clientes del Grupo PSA”.
La propia base del 208 ayudarán a que sea un coche competitivo, empezando por su mayor ligereza, su centro de gravedad más bajo y una mayor centralización de masas. Desde el departamento de competición se afirma que el R2 es más rígido y seguro que su competencia gracias a un nuevo proceso de fabricación.
El motor es un 1.600 cc atmosférico basado en el 1.6 VTi de serie y que a pesar de plegarse a todas las condiciones que impone el reglamento rinde 185 CV manteniendo, siempre según datos de la marca, unos bajos niveles de consumo y emisiones. Por supuesto, hubo desafíos técnicos que Peugeot Sport tuvo que afrontar. “En el Grupo R, deben conservarse algunos elementos de serie como, por ejemplo, el tamaño de las válvulas. En el 1.6 VTi tanto las válvulas como la admisión son más pequeñas que las del 1.6 que utilizábamos hasta ahora y puesto que en un motor atmosférico, las válvulas y la admisión son puntos clave para las prestaciones, hemos tenido que trabajar, en colaboración con Sodemo. En primer lugar en la curva de par y, por tanto, en la facilidad de uso del motor y su elasticidad más que en la potencia pura que en los rallys suele ser difícil de explotar al máximo. Ello ha sido posible gracias a la distribución variable. Los kits se venderán con los motores ya montados, rodados y puesto a punto”, explica Yann Goraguer, jefe del proyecto 208 R2 y, por tanto, padre de la criatura que verá la luz en público este próximo fin de semana.
También la caja de cambios –de cinco marchas con accionamiento secuencial mecánico- es nueva a pesar de que su arquitectura es idéntica a la del 207 S2000. “La palanca es mucho más corta y está situada en una posición más elevada ya que ataca al eje de la caja. Con ello se consigue una superior precisión. Se trata de un sistema más rígido ya que es más corto, más ligero, y está situado en el ángulo correcto. La caja de cambios dispone de una innovación en su refrigeración por aire. Existe una entrada delantera con circulación forzada del aire sobre unas aletas integradas en la parte delantera de la caja de cambios que permiten refrigerar el cárter de aceite”, revela Goraguer.
Los amortiguadores son Öhlins pero de nuevo desarrollo al ser adaptables de tres vías con tope hidráulico también regulable. Además, respecto al 207 RC de competición, el R2 dispone de triángulos específicos para ganar en recorrido la suspensión y ganar así en caída de rueda y motricidad. El jefe del proyecto explica que en la elección del equipo de frenos –que está muy acotado por el reglamento técnico de la categoría- “era necesario que fueran eficaces, fiables y relativamente económicos”. “Para simplificar la nomenclatura y facilitar el paso de tierra a asfalto y viceversa –explica-, hemos optado por una pinza única Alcon y un montaje de un disco procedente de la serie pero re-mecanizado. Tenemos de este modo una disposición de pinza flotante y un paso de tierra a asfalto operado únicamente mediante el cambio de la arandela de fijación de la pinza”.
El coche totalmente acabado se podrá comprar por 57.500 euros (sin impuestos) tanto en su versión de asfalto como la de tierra a partir del mes de noviembre de 2012. Los que sean más manitas podrán adquirir el kit de preparación del 208 R2 por 37.500 sólo con el motor montado y la ficha técnica en mano. Más adelante estarán disponibles también dos kits reversibles para pasar de tierra a asfalto y de asfalto a tierra. La homologación está prevista para el mes de julio y, a mediados de agosto, hará su primera participación oficial en el Rally del Ulster (del nacional británico) para hacer un último test del 23 al 25 de noviembre en el Rally du Var (del nacional francés). La marca también ha revelado que el sucesor del 207 S2000, el 208 R5, se presentará tras las vacaciones estivales.
Antes, en el Tour de Corse que se va a celebrar este próximo fin de semana, Stéphane Sarrazin y Benjamín Veillas mostrarán al mundo el R2 al hacer de ‘coche cero’ en esta cuarta cita del Intercontinental Rally Challenge. Esta toma de contacto con el asfalto en una prueba como la francesa permitirá a los ingenieros disponer de impresiones y datos objetivos que poder comparar con los otros cuatro R2 inscritos. Además, para darle un aire más solemne, Peugeot Sport ha querido vestir a esta unidad con los colores míticos que llevaron algunos de los vehículos de rallys más importantes de su historia.