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Las coincidencias de tres pilotos mágicos

  • 'El Káiser' fue tentado por HRC para correr en el Mundial de SBK
  • Montezemolo quiso subir a Rossi en un Ferrari la temporada 2011
  • Loeb llegó a plantearse correr el GP de Abu Dhabi con un Toro Rosso

Día 27 de septiembre, París. Sébastien Loeb anuncia en el salón del automóvil francés que esta temporada será la última que haga al completo en el Mundial de Rallys. Día 4 de octubre, Suzuka. Michael Schumacher lee un comunicado en el que confirma que el Gran Premio de Brasil será el último que hará como piloto de F1 en activo. Loeb realmente cambiará de aires en 2014 en busca de nuevos desafíos en el WTCC y con opciones de seguir sumando títulos, pero el adiós de Schumacher –el segundo tras el de 2006– sí es definitivo.

Poco a poco se extingue la generación de pilotos más extraordinaria que ha dado este deporte y hoy en MotorEnLinea.es repasamos los puntos en común de estos tres genios del motor que han sido coetáneos y que han compartido anhelos e influencias, pero sobre todo la ambición de ser los mejores de la historia en su especialidad. Por ello este dúo debía ser un trío al contar también con un Valentino Rossi que aún no ha puesto fecha de caducidad a su carrera deportiva en MotoGP, aunque algunos la fijan en 2015.

Incluyendo el campeonato junior del francés o los dos del italiano en categorías inferiores (125 y 250 cc), entre los tres suman la friolera de 26 mundiales, 271 victorias y 444 podios a día de hoy. Con ‘Schumi’ a punto de retirarse y Rossi en un ciclo bajo con Ducati antes de volver a Yamaha en 2013, de aquí a final de temporada sólo ‘Seb’ parece ser capaz de hacer que el contador siga corriendo.

Aunque llevan muchos años entre nosotros –desde 1991 en el caso de Schumacher, 1996 Rossi y 1999 Loeb–, sólo ha habido una temporada en la que los tres hayan coincidido en el trono de la categoría reina de sus respectivas especialidades. Fue en 2004. El año del primer título de Loeb; el del inolvidable debut de Rossi con una Yamaha M1 que meses antes parecía defenestrada y que culminaba su venganza contra Honda; la temporada del último título de un ‘Káiser’ que en 2005 sucumbió al empuje de Fernando Alonso.

Habrá que esperar al año que viene para saber quién es el relevo de Loeb como rey del WRC pero ojo con este dato: si Alonso fue quien rompió la racha de cinco títulos consecutivos de Schumacher con Ferrari, en MotoGP fue otro español, Jorge Lorenzo, quien tomó el testigo de Rossi en 2010. Desde entonces el de Urbino no ha sido capaz de volver a ganar un título tampoco, aunque en su caso medió la lesión más grave de su carrera y el posterior fichaje por Ducati.

Pasión por la competición

Como ven, además de unos números irrepetibles, el triángulo Loeb-Rossi-Schumacher tiene muchísimos más puntos en común. Para nosotros el más curioso y el que realmente nos da la verdadera talla de estos tres pilotos es que su pasión por la gasolina, los caballos y la competición los ha llevado a explorar caminos muy distintos al que es su lugar natural. Como los artistas del Renacimiento, más que pilotos, estos tres grandes campeones querían ser ‘El Piloto’. En mayúsculas.

El más sonado fue el caso de Valentino Rossi. Quizá por su carácter arrolladoramente extrovertido y la superioridad que llegó a imponer, pareció que MotoGP se le había quedado pequeño. Durante toda su carrera deportiva ‘El Doctor’ ha ido en busca de retos que lo diferenciaran del resto. Su paso a Yamaha en 2004 se debió entre otras cosas a ese afán de superación; igual que el salto a Ducati en 2011.

Pero algunos retos los encontró lejos de los boxes de MotoGP y sobre cuatro ruedas. Su pasión por los rallys es más que conocida y en 2002 debutó en el mundial con un Peugeot 206 WRC en Gran Bretaña. La experiencia duró poco (17 kilómetros concretamente), pero repitió dos años más tarde, primero con un Subaru Impreza WRC acabando undécimo en Nueva Zelanda y después en Gales logrando la duodécima plaza en Gales con un Ford Focus RS WRC.

Curiosamente los caminos de Rossi y Loeb se han cruzado en más de una ocasión, aunque de forma más directa en ocasiones puntuales como en el Rally de Monza del pasado año, cuando el italiano batió con un Ford Fiesta RS WRC al todopoderoso oficial de Citroën en dos especiales. Antes, se impuso en la edición de 2005 a todo un Colin McRae en esta prueba exhibición de la que es asiduo. Valentino ha reconocido hace muy poco que muy posiblemente su futuro deportivo pase por el Mundial de Rallys una vez dé por zanjada su etapa en MotoGP.

Más famoso aún fue su affaire con Ferrari y la gran tentación de pasarse a la Fórmula Uno para emular a John Surtees, el único que hasta ahora ha sido capaz de ser campeón del mundo en estas dos modalidades. Lo que empezó entre 2005 y 2008 siendo unos test para que el héroe italiano colmara sus necesidades de adrenalina acabó por convertirse en una posibilidad real de que Valentino fichara por ‘la Scuderia’ de cara a 2011. Sus ‘cronos’ en unos entrenamientos celebrados en Montmeló a principios de 2010 dejaron boquiabiertos a los miembros del equipo italiano. Cuentan que tanto Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Ferrari, como Bernnie Ecclestone, dueño de la F1, presionaron para que diera el paso, pero Rossi acabó quedándose donde estaba. En MotoGP.

También Loeb y Schumacher han hecho sus pinitos en el otro bando. El alemán le cogió especial gusto a las Superbike cuando a finales de 2006 decidió abrir paréntesis en su carrera en la F1. En su caso también insistió en que no era más que un pasatiempo, pero cada vez fue poniéndose retos más importantes, incluyendo alguna participación en el nacional alemán con una Honda CBR1000RR en 2008. Incluso en octubre de ese año probó una Honda del equipo en el que entonces militaba Carlos Checa, el Ten Kate, en Magny Cours (Francia).

Después probó una Yamaha YZF R1 en Portimao e incluso la Ducati 1098 campeona y cuando ya se especulaba sobre un posible salto de Schumacher a la alta competición en dos ruedas con Honda en el Mundial de Superbike, un fuerte accidente en el Circuito de Cartagena cuando entrenaba hizo que la tentación se esfumara. Se estaba preparando para participar en una prueba del Mundial de Resistencia y al caer a alta velocidad se rompió varias costillas. Eso dijo el parte médico, porque cuando en agosto surgió la oportunidad de sustituir a Felipe Massa tras su terrible accidente de Hungría y volver a subirse en un Ferrari durante el Gran Premio de Valencia, el alemán tuvo que declinar la invitación por los fuertes dolores de cuello que le quedaron como secuela.

El imán de la F1

También Loeb ha sentido la llamada de las dos ruedas, aunque la atracción no fue más allá de probar en pista su KTM 1190 RC8 R... Al francés lo que le van de verdad son los coches y si tuvo una tentación fue la de pilotar un Toro Rosso en un Gran Premio de Fórmula Uno.

El veneno se lo metió Renault cuando en 2006 le dejó probar uno de sus R26 en Paul Ricard junto a su compañero Dani Sordo y, a cambio, Keikki Kovalainen se subió al Citroën C4 WRC. Sordo dijo que no lo cambiaba por un coche de rallys, pero Loeb tuvo sus dudas. Dos años más tarde tuvo una nueva ocasión de tomarle el pulso a un monoplaza cuando fue invitado por Red Bull a algo más serio. Tras una toma de contacto con el RB4 en Silverstone viajó a Montmeló en noviembre de 2008 y en unos test colectivos con otros 16 pilotos dejó tan buena impresión que rápidamente se convirtió en candidato a ocupar un asiento en 2009. Pero de nuevo, más que ofertas hubo rumores.

Cuando en Toro Rosso tuvieron la certeza ese verano que Sebastien Bourdais sobraba en el equipo se dijo que Loeb era una de las opciones para sentarlo en el STR4. Pero el alsaciano –que ese año no cerró su sexto título hasta la última prueba de Gales– se ofreció para correr en Abu Dhabi con el WRC ya terminado. Finalmente desde Citroën se alegó que no pudo coseguir la ‘superlicencia’ y ahí se zanjó el asunto. Algunos creen que desde PSA no se puso interés alguno en facilitar la marcha de su piloto franquicia a la F1.

Donde sí ha dejado su impronta es en la modalidad de resistencia. En dos ocasiones tomó parte en las 24 Horas de Le Mans y en la edición de 2006 terminó en segunda posición de la general absoluta. Su próximo paso, el WTCC, es más que lógico.

Ambición sin freno

Por último, Valentino Rossi, Michael Schumacher y Sébastien Loeb han compartido a lo largo de su carrera una ambición sin límites que les ha llevado a ir en busca de más y más récords.

En el caso de Valentino influye que es hijo de Graziano Rossi, un piloto que corrió el mundial en los setenta. Una época en la que un algún que otro valiente era capaz de bajarse de una 250 y subirse a una 350 en un mismo domingo o acumular títulos al compatibilizar varias categorías. A medida que fue ganando carreras y campeonatos sus miras se fueron más y más lejos para medirse con los mejores pilotos de la historia. Y lo ha conseguido. En número de títulos (9) está al nivel de otra leyenda, Mike Hailwood, por detrás de Giacomo Agostini (15) y Ángel Nieto (13), mientras por victorias sólo está a la sombra de su compatriota.

Loeb y Schumacher han batido todas las marcas en el WRC y el Mundial de F1. El ‘Káiser’ ostenta las plusmarcas de victorias (91), ‘poles’ (69), podios (155), vueltas rápidas en carrera (77) y por supuesto títulos (7). Se podría decir que no descansó hasta que superó los cinco de Juan Manuel Fangio para que no hubiera dudas sobre su hegemonía. Hay quien cree que Loeb ha hecho lo mismo pero fijándose en el espejo del alemán, de ahí que no haya anunciado su marcha del Mundial de Rallys en 2014 hasta que no ha logrado sus ocho títulos, todos ellos consecutivos.

Los números del eterno piloto Citroën ya los saben: nueve títulos (diez con el del JWRC de 2001), 75 victorias (casi el triple que su más inmediato perseguidor), 112 podios, 874 scratch y todo ello con un cinco carreras más por delante, las dos que le quedan a 2012 y las cinco que tiene previsto correr en 2013.

Como ven, aunque cada uno ha ejercido su dominio a su manera y con su estilo, estos tres ases del deporte del motor mundial tienen algunos puntos en común tan brillantes que, números a un lado, nos hacen pensar que tendrán que pasar muchas décadas para que vuelva a coincidir en una misma etapa una generación de pilotos tan extraordinaria. Muchos de nosotros ha tenido el privilegio de poder verlos en acción en las distintas pruebas del Mundial de Rallys, el de F1 o MotoGP que se han venido celebrando con regularidad en España, así que cuando dentro de muchos años algún reportaje recuerde la efeméride de algunas de las gestas de estos tres pilotos, muchos de nosotros les podremos decir a nuestros nietos que los vimos con nuestros propios ojos.

 

@rober_marti

 

Fotos: Mercedes-Benz Media, Red Bull, Citroën Racing, Ducati Corse Press, Circuit de la Comunitat Valenciana, Ferrari Press, KTM Images y Yamaha Racing

Autor
Róber Martí
Periodista. Ha sido redactor del periódico Superdeporte así como en otros medios de especializados como Motor 2000 o Canarias Racing. Ha colaborado en Radio Marca, COPE y actualmente codirige el programa Motor en la Onda de Onda Cero Canarias.
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Comentarios

1 ¡Muy buen artículo! la verdad es que estos son los mas grandes pilotos que ha dado el motor y quedaran por mucho sus records, los principales al menos. Hablar de Schumacher, Rossi y Loeb es hablar de mitos del deporte que seran recordados para siempre como los mas grandes. charly 02:28 11/10/2012

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