DEPORTE
Motociclismo

Talento canario en el Mundial de MotoGP

  • Samuel Brito es ingeniero en el equipo Bester Capital Dubai de Moto3
  • Herández y Duarte trabajan en el ‘pit lane’ durante la carrera
  • Flores aporta a dirección de carrera repeticiones de acciones

El Mundial de MotoGP es una pequeña ciudad itinerante que, desde marzo hasta noviembre y a lo largo de los diecinueve capítulos en formato gran premio en que se divide una temporada (sin contar los test otoñales e invernales), recorre el mundo de punta a punta. 4.102 personas mueve cada carrera entre pilotos (84), miembros del medio centenar de equipos que pueblan las parrillas de sus tres categorías (1.697), personal organizativo (más de 1.500) y profesionales de la información que cubren este campeonato considerado uno de los más espectaculares del planeta. Coincidiendo con el Gran Premio de Cataluña que se celebra este fin de semana en Montmeló, se cumplen setenta años desde que en 1949 se celebró en la Isla de Man la primera prueba de su historia.

En España, el motociclismo goza de una tradición larguísima. Lo demuestra el palmarés de los nuestros y el hecho de que en 2018 se cumpliera medio siglo de la primera victoria española en una prueba mundialista (Salvador Cañellas en Montjuïc con una Bultaco). Pero también, que la batuta organizativa de este campeonato y otros que orbitan alrededor de él esté en manos de Dorna y que en el box de muchos de los más importantes equipos y pilotos se hable español. Si se pone un poco de atención, en esa Torre de Babel que es el ‘paddock’, también se puede escuchar el acento canario.

Sin unas instalaciones adecuadas para la práctica de este deporte al máximo nivel (la promesa de la construcción de un circuito es gancho recurrente en cada proceso electoral), es un milagro que algunos jóvenes pilotos, por cuenta y riesgo de los recursos de su familia, lleguen al Campeonato de España de Velocidad (CEV). Pero con recursos limitados y el permanente hándicap de la distancia, pocos a lo largo de la historia del mundial han podido siquiera conseguir una plaza como ‘wild card’ o invitado. Pero el Mundial de MotoGP es tan grande que da cabida a profesionales de muy diversa índole y es en ámbitos como el técnico y el audiovisual donde el talento canario va abriéndose paso.

Cumpliendo un sueño

El palmero Samuel Brito es un buen ejemplo de ello. En su papel de ingeniero responsable de la electrónica en las KTM RC 250 GP del equipo Bester Capital Dubai de Moto3, ya sabe qué se siente al ganar un gran premio. Jaume Masiá, uno de los dos pilotos de esta estructura junto al italiano Andrea Migno, logró vencer en Termas de Río Hondo (Argentina). “Desde niño supe que quería dedicarme a las motos. No me perdía una carrera, daba igual que fuera de día o de noche. Muchas las veía con mi padre y siempre le decía que quería llegar a trabajar ahí”. No dudó hacia dónde debía dirigir sus estudios universitarios y en su camino perfeccionó el italiano vía Erasmus y acabó cursando un máster especializado en ingeniería de motorsport.

“Al ser de Canarias, nuestra posición geográfica dificulta un poco más dar el salto, pero un máster así era muy interesante. Por formación y también por empezar a adentrarme en este mundo y hacer contactos. Supuso un esfuerzo muy grande para mi familia”, relata Samuel, que compaginó esa recta final de su formación con una labor de relaciones públicas para empezar a abrirse puertas. La primera fue en pretemporada del CEV de 2016 y, ese mismo año, en el Astra Honda Racing Team dentro del europeo. Pero en un deporte en el que todo sucede a una velocidad vertiginosa, una temporada después ya estaba haciendo sus pinitos como ingeniero mundialista en el Forward Junior Team, equipo que tenía su base en el campeonato continental, pero que contó con cinco invitaciones para participar en el mundial de Moto2.

Su consolidación como técnico se produjo la pasada temporada. “Conseguí trabajar ya en el mundial, en la categoría de Moto3, en el equipo Redox Prustel de Jakub Kornfeil y Marco Bezzechi. Fue un año espectacular porque estuvimos toda la temporada luchando por el mundial hasta el final, con victorias y podios. Llegar así al mundial fue, literalmente, un sueño hecho realidad”. Ese sueño prosigue. Masiá llega cuarto al Gran Premio de Cataluña que se celebra mañana con una victoria y dos podios. “Me decidí por el Bester Capital Dubai porque cuenta con apoyo oficial de KTM y contaba con dos grandes pilotos. Llevan más de veinte años en el mundial, está muy consolidado y sabía que iban a por todas, así que fue una oferta irrechazable. ¿Qué es lo que más me gusta de este trabajo. Es que para mí esto no es un trabajo, es una pasión. Venir a un fin de semana de gran premio es venir a disfrutar y a tener unas sensaciones brutales”.

Gran Hermano

Aunque a través del visor de una cámara, los tinerfeños Raúl Iván Hernández y Javier Duarte también hacen su trabajo con una enorme pasión. No importa pasar nueve meses del año haciendo la maleta cada diez días, ni enlazar la etapa transoceánica del campeonato (Japón, Australia y Malasia) sin saber en qué hora viven. Tampoco estar un avión más lejos que muchos de sus compañeros. “Es el precio de vivir en el paraíso”, afirma Juan Pablo Flores, asistente visual de dirección de carrera, es decir, lo más parecido al Gran Hermano de MotoGP.

Lo ve todo y, si no lo ha visto, se las arregla para disponer cualquier imagen que permita a dirección de carrera tener todas las herramientas a la hora de tomar una decisión sobre cualquier incidente que pueda producirse desde que se apaga el semáforo hasta que se da el banderazo final y que pueda derivar en una sanción a un piloto. “Hay presión porque has de proporcionarlas lo antes posible. No eres el juez que toma la decisión, pero eres quien aporta las pruebas y para ello has de contar con cámaras de realización y las internas del propio circuito. Al principio me ponía nervioso, pero una vez desarrollas una metodología de trabajo y conoces a todos los pilotos es más fácil”, explica este tinerfeño que entró a trabajar en 2005 en el mundial.

Imágenes desde el pit-lane

Si Juan Pablo Flores es el ojo que todo lo ve en MotoGP, Raúl Iván Hernández y Javier Duarte tienen el privilegio de ver lo que pasa en la trastienda, en el ‘pit-lane’, mientras la acción se concentra en pista. Ellos se encargan de nutrir la señal internacional de televisión, cámara al hombro, con imágenes de lo que sucede en boxes y las reacciones de pilotos, ingenieros y jefes de equipo. “Lo vives muy intensamente porque ahí es dónde se percibe cómo manejan la situación y los movimientos que se producen. Tienes que estar pendiente de muchas cosas porque nuestra misión es apoyar de forma audiovisual cualquier cosa que ocurra”, explica Javier Duarte, que lleva trece temporadas recorriéndose la calle de boxes.

En este tiempo ha podido vivir y transmitir algunos de los momentos de mayor tensión en la historia reciente del campeonato, como los rifirrafes entre Marc Márquez y Valentino Rossi, pero también los más duros. “La muerte de Marco Simoncelli fue el más difícil que he tenido que pasar trabajando en esto. Era un piloto muy carismático y conocía su entorno. Paolo, su padre, es un tipo fantástico y fue durísimo lo que pasó. Pero tenemos que cubrir todo lo que ocurre”, añade.

Una piña

Gilberto León es mezclador de vídeo y, como empleado de Dorna, lo que más valora es el hecho de poder trabajar en una empresa que ha utilizado su señal audiovisual para multiplicar la espectacularidad que, por sí mismo, tiene este deporte. “Es puntera en esto, siempre está innovando y es un verdadero lujo trabajar en esto. Además, el ambiente es increíble y nosotros, los canarios, hemos hecho una piña que hace más llevadero el tiempo que pasamos fuera de casa”.

Todos, Raúl, Javier, Juan Pablo y Gilberto, llegaron a MotoGP de la mano del actual director técnico de Dorna, Daniel Laviña, que trabajó con ellos en Televisión Canaria. “Ocupan posiciones clave para el campeonato y si están ahí porque son los mejores en lo que hacen”, asegura este importador de talento canario al certamen que representa la élite mundial del motocilismo. Sólo falta la guinda de un piloto isleño al que poder seguir en la parrilla de cualquiera de las tres categorías.

Autor
Róber Martí
Periodista. Ha sido redactor del periódico Superdeporte así como en otros medios de especializados como Motor 2000 o Canarias Racing. Ha colaborado en Radio Marca, COPE y actualmente codirige el programa Motor en la Onda de Onda Cero Canarias.
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