Fira de Barcelona, organizadora de este salón de carácter bienal, así lo ha decidido con el objetivo de favorecer la participación del máximo número de firmas automovilísticas en un contexto más favorable para la industria.
En este sentido, la organización del evento confía en que su celebración el próximo otoño será un impulso definitivo al mercado por la mejor situación económica y social, y porqué se habrá estabilizado más la crisis de los semiconductores, que está teniendo impacto en la fabricación de automóviles. El objetivo es contribuir a dinamizar la actividad en un momento clave para la industria del motor con la presentación de vehículos y propuestas comerciales atractivas para el numeroso público que habitualmente visita este certamen.
El presidente de Automobile Barcelona, Enrique Lacalle, ha destacado la importancia para el sector de celebrar Automobile y la decisión de trasladarlo a otoño. En este sentido, ha resaltado que “el salón de Barcelona ha sido y seguirá siendo una de las citas destacadas del calendario europeo y un extraordinario plataforma comercial para las marcas. Con el cambio de fechas buscamos garantizar nuestro papel como gran escaparate internacional de la automoción e impulsor de las ventas tras un periodo muy complejo”.
El salón reforzará su apuesta por la innovación del sector de la automoción, con la digitalización y la descarbonización como ejes principales de la nueva edición, contará con retransmisión por streaming de las presentaciones de vehículos para periodistas y profesionales y se realizarán pruebas de vehículos y otras actividades relacionadas con el mundo del motor.