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Así pulió Peugeot su coche campeón

  • Cada evolución era más rápida, más robusta y más fiable

Trabajo, trabajo y trabajo. En el mundo de la alta competición no hay ninguna otra fórmula que te garantice el éxito. La fortuna, para qué negarlo, también entra en la ecuación, pero si en una modalidad como los raids unes experiencia, ambición, capacidad técnica, presupuesto y algunos de los mejores pilotos del planeta, lo normal es que el resultado sea inmejorable.

Parte de esto y mucho más ha habido en el exitoso regreso de Peugeot al Dakar. Clausurada ya esta segunda etapa en el raid más importante del mundo, es momento de echar un vistazo a la evolución experimentada por sus coches a lo largo de las cuatro ediciones en las que han competido con sus buggies.

El primer acierto de la marca del león fue, precisamente, apostar por ese concepto de coche con dos ruedas motrices. Una decisión que se tomó tras un concienzudo análisis de la reglamentación de esta carrera. El equipo de Bruno Famin, director deportivo de Peugeot Sport, optó por un dos ruedas motrices con motor V6 biturbo diésel porque aportaba algunas ventajas técnicas respecto a su competencia, aunque esto implicó hacer un arduo trabajo de ingeniería para crear el primer 2008 DKR con el que se oficializó el regreso de Peugeot al Dakar después de 25 años.

El Dakar de 2015 se encaró como un entrenamiento para poner evolucionar un concepto de coche atrevido en las condiciones extremas que son el pan de cada día en una carrera como la sudamericana. Aunque la comparación con aquel primer debut de 1987 cuando Ari Vatanen se impuso con el bisoño 205 T16 pesó mucho, la marca francesa dio por bueno el undécimo puesto logrado por Stéphane Peterhansel y el hecho de que dos de sus coches llegaran a meta.

Con esa experiencia en la maleta, el 2008 DKR fue rediseñado por completo en 2016. Se modificaron numerosos aspectos del vehículo, comenzando por unas vías ensanchadas, una distancia entre ejes más larga y una carrocería con menos voladizos y nueva aerodinámica. También estrenó suspensiones, el motor V6 de tres litros biturbo diésel ganó potencia y todo ello fue sometido a numerosas pruebas a lo largo de un extenso programa de test. La victoria en el Rally de China confirmó que iban por el buen camino.

El equipo realizó un extenso programa de pruebas, en test privados y en competición real. El doblete conquistado en el Rally de China de aquel año demostró que se iba por el buen camino.

No tardó en demostrarlo el debutante Sébastien Loeb, que venció en la segunda etapa de ese Dakar 2016. Al término de esa edición, los Peugeot se repartieron nueve victorias de etapa y Stéphane Peterhansel, ‘Mosieur Dakar’, logró agrandar su leyenda al vencer por sexta vez en la categoría de coches.

Del 2008 DKR se pasó al 3008 DKR en 2017 con un objetivo: suprimir los puntos débiles del vehículo y reforzar aún más sus ventajas respecto a los competidores. El nuevo coche volvió a evolucionar sus suspensiones y redujo su peso a la vez que adelgazó para poder mitigar los efectos de la nueva normativa que reducía el diámetro de la brida de admisión del motor.

Como un año antes, el primer triunfo de etapa del 3008 DKR llegó en la segunda jornada del Dakar, con Sébastien Loeb y Daniel Elena a los mandos. Otra vez, los Peugeot acabaron anotándose nueve etapas en total, con una diferencia: que salvo en la primera etapa, siempre hubo uno entre los tres primeros clasificados. Esto acabó materializándose en una clasificación final en la que los 3008 DKR coparon las tres primeras plazas con Peterhansel otra vez comandando el triplete.

A pesar de no dejar títere con cabeza, en Peugeot Sport creían que su coche aún podía llegar más lejos y su última evolución, el 3008 DKR Maxi ha sido su obra definitiva. Con dos triunfos consecutivos y la certeza de que su programa en el Dakar tocaba a su fin, la marca francesa no podía despedirse de otra forma que no fuera ganando.

Sus pilotos dominaron la prueba desde sus primeros compases y Despres, Peterhansel y Sainz se fueron relevando en el liderato hasta la victoria final del piloto español. Era la tercera consecutiva en esta segunda etapa de Peugeot en el Dakar y la que hacía siete junto a las logradas entre 1987 y 1990. Según la marca, la clave de su dominio se ha basado en hacer un coche que, además de ser más rápido cada año, también era más robusto y fiable. No hay otra manera de ganar una prueba de las características de este raid que este año desafió a los equipos con la más dura de todas sus versiones.

 

Fotos: Red Bull.

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