Un estudio realizado por investigadores de Mazda revela que menos de la mitad de los conductores adoptan una posición correcta al volante en términos de comodidad, seguridad y control. Y dice más, la mayoría de los conductores no saben hacer los ajustes necesarios para conseguir una posición de conducción óptima.
Para resolver este problema, Mazda ha desarrollado un sistema que reconoce a cada conductor y configura automáticamente la posición del asiento, el volante, los retrovisores y la pantalla Head Up Display para maximizar el confort y la seguridad.
El sistema utiliza una cámara orientada hacia el conductor y tecnología de estimación de la complexión física. En cuanto el conductor introduce su altura manualmente con el mando HMI (esta operación solo se hace una vez, en la primera configuración), el sistema calcula la mejor postura para esa persona basándose en la posición de los ojos, y aplica los ajustes necesarios. Por supuesto, el conductor puede modificar los ajustes si lo desea.
Cuando el conductor apaga el motor y se desabrocha el cinturón de seguridad, el asiento y el volante se reajustan automáticamente para facilitarle la salida del coche.
Definir la posición de conducción perfecta es solo el principio. “El sistema de reconocimiento facial de este coche permite personalizar más de cien parámetros” señalan sus responsables. Por ejemplo, los ajustes individuales de sonido de la música, el volumen de las alertas de seguridad o la iluminación ambiental. Todo ello se puede adaptar a conductores concretos.