Si Hyundai Motorsport ha sido, indudablemente, la cruz del pasado Rally de Alemania, la cara ha sido para M-Sport y los Ford Fiesta WRC. Victoria, la segunda de la temporada y primera en asfalto para Ott Tänak y Märtin Jarveoja, y un podio para Sébastien Ogier que se asienta al frente del campeonato otra vez en solitario. Además, Eric Camilli también se ha impuesto en WRC2.
El triunfo de Tänak supone la confirmación del gran potencial del estonio, que meses atrás estrenó su casillero de victorias mundialistas en Cerdeña (Italia) y sobre otra superficie. El hecho de hacerlo ahora en asfalto y romper así el maleficio de M-Sport en el rally alemán supone todo un espaldarazo para este piloto.
“¿Qué puedo decir? Ha sido un rally muy complicado y había un montón de favoritos, pero lo hicimos todo bien. Hemos ganado en asfalto y sabemos que podemos hacerlo en tierra, así que ahora no hay ninguna razón por la que no deberíamos estar luchando por la victoria en cualquier rally”, ha señalado quien en la actualidad ocupa la tercera posición del mundial.
A 33 puntos de su compañero Ogier y con 90 aún en juego, Tänak no descarta nada. “Otra victoria te hace sentir bien y con tres pruebas para terminar, no veo por qué no deberíamos mirar a los chicos de cabeza e incluso al liderato. Si quieres luchar por el campeonato tienes que seguir ganando y eso es lo que planeamos hacer”.
Ha sido muy importante el nivel de confianza que le dio el Ford Fiesta WRC que en esta superficie ha vuelto a dar la talla frente a los Citroën y Hyundai. También su consistencia durante la primera etapa y lo acertado que estuvo el equipo a la hora de elegir monta de neumáticos. “Ha sido un gran fin de semana y creo que marcamos la diferencia el viernes. Fue una carrera muy limpia y fuimos valientes en la elección de los neumáticos que resultaron ser las mejores. Después de eso sólo fue cuestión de controlar el liderato”.