Jeep no se desvía ni un milímetro de ese camino que le ha llevado a multiplicar sus ventas en el mercado europeo y, sobre esas mismas coordenadas, renueva el Cherokee, su todocamino de tamaño medio. Esta actualización de la quinta generación comprende evoluciones de diseño, una puesta al día de su equipamiento, una reformulación de su propuesta mecánica y, para seguir marcando su terreno, mejoras en sus diferentes sistemas de tracción total. 
Porque si Jeep es lo que es, es gracias a las legendarias aptitudes off-road de sus modelos. Y aunque algunos de sus modelos estén a años luz de su hipotética competencia, el Cherokee estrena mejoras en tres de sus sistemas 4x4. Especialmente en el Active Drive I, el más básico y que actúa de forma automática para mejorar la estabilidad y evitar sobrevirajes y subvirajes. Ahora es más ligero, reduce el par de arrastre y tiene menor incidencia sobre el consumo de combustible.
Es sólo el primer escalón, porque quienes demanden una capacidad todoterreno superior pueden equipar el Cherokee con el Jeep Active Drive II que añade un modo reductora y el control de descensos; y, en última instancia, el Jeep Active Drive Lock, que añade a todo ello el bloqueo de diferencial trasero y el control de selección de velocidad que da la posibilidad de atravesar tramos especialmente abruptos a una velocidad fija hasta 9 km/h. El Selec Terrain y sus cuatro modos de conducción según el tipo de terreno (cinco en la versión Trailhawk) también confirman al Cherokee como un superdotado entre sus congéneres.
Más cambios mecánicos. El motor diésel 2.2 Multijet II estrena culata, pistones, bielas, cigüeñal, inyectores, cámara de combustión y turbocompresor de geometría variable para adaptarse a los requerimientos de las normativas de emisiones en sus dos niveles de potencia: 150 y 195 CV. Ambos están disponibles en versiones 4x2 y 4x4, aunque es el más potente el que puede asociarse a la caja automática de nueve velocidades. Ésta estrena también un nuevo software de gestión con el que el Cherokee arranca con más nervio, gana potencia a altas velocidades y, a la vez, reduce consumos. Por primera vez en este modelo, puede contar con levas en el volante para un uso manual.
El despliegue de motorizaciones se completará al término del primer trimestre de 2019, que será cuando llegue el nuevo motor gasolina 2.0 de inyección directa con 270 CV, 400 Nm, tracción total y caja automática.
Uno de los avances más significativos de la versión 2019 del Jeep Cherokee se produce en el ámbito de los asistentes. La línea de equipamiento de acceso, la Longitude, ya cubre las espaldas del conductor mediante el aviso de colisión frontal con detección de peatones y frenada de emergencia; el aviso de abandono involuntario de carril; el control de frenada avanzado; y el detector de ángulo muerto con asistente de tráfico cruzado posterior. Según versiones, todos estos asistentes se pueden acompañar del control de crucero adaptativo, el limitador de velocidad activo y la cámara de visión trasera con líneas dinámicas. 
Como los demás modelos del grupo italoamericano FCA, el Cherokee también se hace con la cuarta generación de sistemas Uconnect. Las versiones superiores emplean pantallas de 8,4’’ capacitivas, en alta definición y a todo color con Apple CarPlay y Android Auto ya integrados. Además, estos nuevos equipos de infoentretenimiento ofrecen una mayor potencia de procesamiento, tiempos de reacción más rápidos y un mando fónico.
Ya que estamos en ese interior, en el Cherokee siguen apreciándose los aires europeos en forma de una mayor atención a los detalles. De ahí el nuevo acabado negro lacado y cromo satinado en el entorno del equipo de audio, los difusores de aire y el marco que delimita el cambio de marchas. El cuadro de instrumentos puede enriquecerse con una pantalla LED de siete pulgadas a todo color con información configurable y la consola y maletero han sido ligeramente rediseñados para una mayor amplitud.
Por fuera, el nuevo Cherokee quiere dar un aspecto más moderno y más Premium, pero igual de Jeep. Saltan a la vista los nuevos grupos ópticos full-LED con luces diurnas o el característico capó ‘waterfall’, ahora hecho en aluminio y separado del guardabarros. Los más observadores apreciarán los nuevos paragolpes y, detrás, el portón rediseñado con la manilla de apertura en una posición más alta. A propósito del maletero, hay una función de apertura automática pasando el pie por los bajos del paragolpes.
El Jeep Cherokee estrena en esta cosecha 2018 de su quinta generación una nueva colección de cinco llantas, incluida una de 19’’ en aluminio pulido para el acabado Overland y el número de tonos de la carrocería llega a los diez con los nuevos ‘verde oliva’ y ‘blanco perla’. El potencial de customización está asegurado con el catálogo de noventa accesorios de Mopar que, además de personalizar el Cherokee, también da la posibilidad de adaptarlo a los múltiples estilos de vida que permite un coche de sus características.
