Después de tener que abandonar el sábado por una avería de dirección que les abocó a una salida de carretera, Ott Tänak y Martin Järveoja han salvado cuatro puntos al ganar el Power Stage del Rally de Turquía, quinta prueba de esta extraña temporada 2020 del Mundial de Rallies.
Con la prueba más larga de todo el evento, Çetibeli de 38,15 km, repetida dos veces el domingo por la mañana, además de la especial más corta de Marmaris de 6,28 km, el único objetivo de los estonios era llegar a la última especial al 100% para salvar esos cinco puntos vitales para sus opciones en el mundial.
No obstante, después de lograr en su país su primer triunfo mundialista con Hyundai Motorsport, Tänak no ha terminado de mostrarse igual de rápido con el i20 Coupé WRC en los pedregosos tramos turcos. A diferencia de sus dos compañeros de equipo, Thierry Neuville y Sébastien Loeb, que se repartieron ocho scratch y llegaron a liderar la prueba en diferentes fases, al actual campeón del mundo le costó dar con la tecla.
Sin nada en juego, el paso por las tres primeras especiales del domingo fueron puro trámite; un simple calentamiento para lanzar su ataque en Marmaris. Y así fue, aunque en la tabla de tiempos final se les adelantaron sus compañeros en Hyundai Neuville y Gilsoul, que se hacían con los cinco puntos.
“Desde el comienzo del fin de semana ha sido un evento muy complicado para nosotros. El viernes por la noche tuvimos condiciones exigentes, y luego el sábado por la mañana tuvimos que retirarnos por el problema de la dirección. Hoy pasamos por las primeras tres especiales con el objetivo de obtener algo del Power Stage. Realmente no tenía el compromiso total de ir a toda velocidad, de alguna manera solo estaba en el 90%, pero lo logramos y obtuvimos cuatro puntos extra, que es mucho mejor que nada”, señaló Tänak.