A partir del 7 de julio de 2024, en la UE serán preceptivos una serie de sistemas de asistencia adicionales para las nuevas matriculaciones de turismos y vehículos comerciales ligeros. El objetivo es contribuir a reducir el número de accidentes en las carreteras y disminuir las víctimas mortales al volante.
Además de los sistemas ya exigidos por ley, los coches nuevos matriculados a partir de julio también deben llevar los siguientes asistentes: frenado de emergencia, asistente de velocidad inteligente, sistema de advertencia de cambio de carril, asistente de marcha atrás y la detección de somnolencia. Una luz de freno de emergencia y un registrador de datos de "caja negra" también se encuentran entre los dispositivos obligatorios en un futuro.
El frenado automático de emergencia, normalmente asociado a un sistema más completo que incluye alerta de colisión frontal y detección de peatones y ciclistas, funciona monitorizando la distancia con el vehículo que circula delante o detectando la presencia del peatón y actúa. El asistente actúa primero enviando una señal sonora que advierte de la proximidad del peligro y en última instancia iniciando una frenada de emergencia leve hasta detener por completo el vehículo si fuera necesario.
El asistente de velocidad inteligente trabaja en sintonía con el de reconocimiento de señales de tráfico lo que permite ajustar rápidamente la velocidad al límite que establece la vía por la que se circula.
El sistema de advertencia de cambio de carril, por su parte, es capaz de contrarrestar un cambio involuntario de carril con suaves intervenciones sobre el volante.
Por último, el asistente de detección de somnolencia detecta signos de fatiga en el conductor. Estas señales pueden provenir de como sujetamos el volante, un comportamiento errático de la dirección o de la duración del viaje. El sistema en estos casos emite una advertencia que puede ser visual o sonora, así como usar un mensaje de recomendación de parar para descansar.