Mazda ha presentado en Ginebra el modelo que previsiblemente sustituya al Mazda2, sin embargo, en ningún momento se ha referido a él como tal utilizando para ello el apellido de Hazumi que representa “a un animal pequeño pero musculoso, lleno de vida y energía”. Lo que no ha negado es que avanza el futuro proyecto del próximo subcompacto incluyendo de nuevo entre sus prioridades aspectos como el diseño, la tecnología SkyActiv, la seguridad y la conectividad.
Lo que está claro es su innegable herencia. Como en sus últimos lanzamientos, la marca japonesa vuelve a utilizar el concepto Kodo de diseño para expresar a través de su carrocería compacta la sensación de movimiento dinámico, incluso cuando el vehículo está parado. En el frontal los faros y el parabrisas se sitúan en una posición baja para ofrecer una imagen de coche de aspecto afilado mientras las luces LED añaden un toque de profundidad. En la sección posterior los neumáticos sirven para dar músculo a la elevada línea de cintura con que culmina su diseño. Así sus proporciones se concretan en 4070 mm de largo mientras la anchura y la altura se sitúan en 1730 y 1450 mm, respectivamente.
Para su puesta de largo se ha escogido un nuevo motor diésel SkyActiv-D de 1.5 litros que ahonda en las mismas características en cuanto a rendimiento y prestaciones de sus predecesores y al que contribuyen elementos como el sistema de corte de ralentí i-stop y el sistema de freno regenerativo i-Eloop. Este se asocia a una caja automática SkyActiv-Drive de seis velocidades. En cuanto a seguridad, además de mejorar la postura de conducción y el campo de visión, se incorpora el concepto i-ActivSense bajo el que se agrupa una completa lista de sistemas de ayuda a la conducción. Como es preceptivo, el Mazda Hazumi equipa el sistema multimedia MZD Connect con conectividad a través del smartphone y acceso a todo tipo de aplicaciones.