Nil Solans ha preparado minuciosamente la que va a ser la segunda cita del año del Drive DMack Fiesta Trophy. Polonia, con sus rápidas pistas de tierra, es uno de los escenarios más peculiares de todo el campeonato y para tomarle la medida participó el pasado fin de semana en el Rally Warminski del nacional de este país con un Ford Fiesta R2 de la anterior generación.
Tanto él como Miki Ibáñez, su ‘copi’, pudieron medirse a rivales directos del trofeo como Max Vatanen y Ghislain de Mevius y tanto al finlandés –habituado a este tipo de tramos repletos de saltos y muy rápidos– como el belga tuvieron que claudicar ante el buen rally del catalán.
Este resultado y el hecho de haberse hecho con la mayoría de scrach de su categoría llenan de confianza a Solans, que marcha tercero de la provisional del Drive DMack Fiesta Trophy: “La verdad es que haber corrido en los tramos de Polonia unos días antes de la prueba del Mundial nos ha venido muy bien, no solo por el resultado que logramos, que nos ha dado mucha moral antes de afrontar el rally, sino, sobre todo, por el ritmo y el feeling que hemos podido adquirir de cara a una cita tan importante como la que vamos a afrontar este fin de semana”.
El de Matadepera ya sabe de su experiencia del pasado año, que el de Polonia es un rally en el que los errores se pagan y también que lo más importante es ir sumando puntos en esta primera parte del campeonato. “Debemos plantear una buena estrategia de carrera, arriesgando sólo cuando sea necesario, y lo más importante, no cometer ningún tipo de error que nos pueda dejar fuera de combate. Estamos terceros del campeonato y necesitamos seguir sumando puntos para llegar con un buen botín a las pruebas de asfalto”, ha apuntado.
