Mercedes-Benz traslada su experiencia todo terreno al campo de los vehículos eléctricos. Para este estudio la marca ha utilizado como base del EQC 400 4MATIC y el objetivo es demostrar que el gusto por descubrir nuevos horizontes se puede desarrollar también con un punto de vista sostenible.
A priori, el cambio más siginificativo se realiza modificando la altura libre del vehículo que es de 29,3 cm superando en más del doble a la versión convencional (140 mm). Para que se hagan una idea, incluso un Clase G rueda 58 mm más bajo. Los datos relativos a sus posibilidades como vehículo off road establecen que cuenta una profundidad de vadeo de 40 cm, y unos ángulos de ataque y salida de de 31,8 y 33 cm, respectivamente.
Los programas Off-Road han sido reprogramados usando referencias tomadas de los parámetros utilizados en los modelos GLC. El proceso se ha completado con unos neumáticos de medida 285/50 R 20. Este estudio se suma al que presentó la marca en 2017 con el E 400 All-Terrain 4x4² y al vehículo de producción G 500 4x4² lanzado en septiembre de 2015.