Hyundai es experta en diseñar modelos que enamoran y el Kona Eléctrico es un buen ejemplo. Su figura destila modernidad mediante la armonización de una silueta que conserva el gancho del modelo original y la integración de una serie de recursos y elementos innovadores que expresan claramente su evolución.
Este salto hacia delante se representa también a través de sus nuevas dimensiones - crece 15 cm a lo largo y 2,5 a lo ancho-. Esto es una señal también de madurez conceptual. El objetivo no es otro que llegar a un público más amplio, ofreciendo mayores cotas de espacio, confort y capacidad de carga a bordo.
A partir de ahí se perfila una carrocería que suaviza y refina su expresión mediante el moldeado del frontal que presenta un trazo de iluminación led que recorre todo el perfil superior y que funciona como luz de conducción diurna. Los faros principales, ubicados sobre los pasos de rueda, aportan personalidad al tiempo que permiten acentuar su postura ancha y potente.
En la parte trasera se repite el mismo esquema innovador. De nuevo los faros aprovechan el perfil musculado de los pasos de rueda para su posicionamiento, reservado el espacio a la altura de los hombros para integrar una nueva tira de iluminación led que recorre de lado a lado la zona posterior. Ambos listones, el delantero y el trasero incorporan lo que en Hyundai denominan “Pixel Light”, un recurso de estilo desarrollado a partir de la sucesión de pequeños cuadraditos iluminados. Esta solución fue introducida por primera vez en el IONIQ 5 y desde entonces identifica a la gama de coches eléctricos de la firma coreana.
INTERIOR
Si sorprendente es por fuera, más lo es por dentro. Obviamente y dadas sus nuevas proporciones, accedemos a un habitáculo más amplio en el que se produce una pequeña revolución en cuanto a su configuración y disposición funcional para procurar una mayor sensación de espacio.
Sentados al volante, el elemento más distintivo es el panel que acoge la doble pantalla de 12,3 pulgada -instrumentación y principal- que flota sobre el frontal del salpicadero, también equipa Head-up Display. Sobre la columna central y para facilitar el acceso a las funciones de uso más común, se sitúan los ajustes del sistema de sonido, firmado en nuestra unidad de prueba por los especialistas de Bose, y a continuación los del sistema de climatización. En el mismo marco operacional, perfectamente a mano, se encuentran una doble entrada USB de tipo C, la plataforma de carga inalámbrica para el teléfono móvil, así como el mando giratorio de los modos de conducción junto a los botones de ajuste de los asientos y el volante calefactables.
Con el objetivo de liberar espacio en la plataforma central, el selector del cambio del cambio de marchas se posiciona sobre la columna de la dirección. Así queda una plataforma central despejada reservada a un portaobjetos abierto equipado con portavasos. El espacio disponible para los pasajeros de las plazas traseras crece respecto a la anterior edición, como lo hace el volumen de carga en el maletero que con los asientos en posición normal es de 466 litros.
Los servicios de información y entretenimiento son otra una parte fundamental del desarrollo del nuevo Kona Eléctrico. Dispone de la tecnología Bluelink Connected que incluye una serie de prácticas funciones que facilitan la conexión del usuario con el vehículo para acceder a servicios conectados en tiempo real sobre el tiempo o el tráfico, aparcamientos e información sobre estaciones de servicio y puntos de carga. La posibilidad de actualizar el software de forma remota garantiza mantener al día y la mejora constante de los servicios y sistemas que intervienen durante la conducción.
CONCLUSIONES
El Kona Eléctrico equipa el propulsor de 160 kW (218 CV) alimentado por una batería de 65,4 kWh, su precio arranca desde 33.990 euros (incluidas las ayudas del Moves III y descuentos por campaña). Homologa una autonomía de 454 kilómetros y un consumo de 14,7 kWh/100 km. Hay que hilar muy fino para alcanzar dicha cifra, en cualquier caso, siempre optamos por una conducción sin restricciones lo que nos ofrece una fotografía más real sobre su rendimiento (18,1 kWh/100 km).
Dispone de tres programas de conducción -Eco, Normal y Power- con las que puedes gestionar el funcionamiento del sistema de propulsión dependiendo del escenario. Estos reflejan tanto la nobleza como el enorme empuje de la mecánica para el agrado de una gran mayoría de conductores.
El sistema regenerativo de cuatro niveles, operativo a través de las levas situadas detrás del volante, es otra de las soluciones que agradecerán, sobre todo aquellos usuarios que buscan algo de entretenimiento a la hora de conducir. Incluye una posición i-Pedal especialmente conveniente cuando se circula por la ciudad. Con este programa, se puede acelerar y decelerar el vehículo hasta pararlo si se es lo suficientemente previsor, utilizando únicamente el pedal del acelerador.
En definitiva, hablamos de un vehículo enfocado al confort y con un comportamiento equilibrado, ideal para circular tanto en ciudad como fuera de ella. Esa sin duda es una de sus principales fortalezas, como lo son el confort acústico y la gran sensación de seguridad y aplomo.