Tiguan, T-Roc y, ahora, T-Cross. Volkswagen ha presentado a lo grande el tercer integrante de su familia crossover compacta. Será una realidad en Canarias en abril del próximo año y las expectativas son tan altas como las ventas de esta categoría que sigue desbocada.
Con 4,11 metros de longitud mide 12 centímetros menos que el T-Roc y, por tanto, se sitúa como el primer nivel de esta escalera que, aunque fuera ya de los patrones compactos, termina en el Touareg. Aunque es más corto, respeta casi por completo su altura (1,56 metros) y su batalla (2,56 metros) para establecer las bases de un interior amplio y versátil. No en vano, emplea la plataforma MQB del grupo, la misma que estrenó el Ibiza de SEAT.
Habrá que esperar hasta la próxima primavera para comprobar si es tan espacioso como afirma la marca, pero lo que sí salta a la vista es que el interior del T-Cross va a dar juego a aquellos a los que le guste jugar a la personalización. Hay inserciones decorativas para el salpicadero, insertos en el volante y consola central a juego, asientos en dos tonos, así como (en el exterior) carcasas de retrovisores y llantas en el mismo color: negro, naranja energético y bambú. Además, para Canarias habrá numerosos paquetes y equipamientos opcionales.
Los asientos, con un tapizado de aspecto técnico en esas primeras imágenes que ha facilitado la marca, pueden desplazarse 14 centímetros en las plazas traseras, de ahí que la capacidad del maletero oscile entre los 385 y los 455 litros.
Aunque se aprecia un cierto encabalgamiento en la línea de diseño del frontal que parte del T-Roc, nadie le puede negar la identidad propia al T-Cross. Hay diferencias entre ellos, pero éstas se multiplican en el lateral y en la sección trasera, ya que ésta tiene un corte mucho más vertical y eso afecta también a la silueta. El lateral tiene dos líneas horizontales muy marcadas, mientras la espalda se diferencia de cualquier otro modelo del catálogo actual de Volkswagen mediante una banda reflectora que une las ópticas traseras y que subraya su anchura. Las imágenes que han ilustrado su primera presentación también dejan claro que entre su ramillete de versiones habrá una R-Line.
En su presentación celebrada en Ámsterdam con la polifacética ‘top model’ Cara Delevingne como madrina, Volkswagen adelantó que su equipamiento de serie será muy completo, tal y como viene haciendo en toda su última hornada de modelos. Contará, según la marca, con sistema de vigilancia Front Assist con detección de peatones y frenada de emergencia en ciudad, asistente de arranque en pendiente y detección de fatiga.
Los más exigentes podrán enriquecer esta dotación mediante el asistente de mantenimiento de carril Lane Assist, el de cambio de carril con detector de ángulo muerto y alerta de tráfico trasero integrado, el control de crucero adaptativo, el asistente de aparcamiento y el sistema de protección proactiva de ocupantes.
Habrá tres motores turboalimentados para el T-Cross. Los dos gasolina 1.0 TSI generan una potencia de 95 CV (70 kW) y 115 CV (85 kW) respectivamente. La oferta se completa con el motor 1.6 TDI con 95 CV (70 kW). Además de una caja de cambios manual de 5 o 6 velocidades en función del motor, el T-Cross dispone de la caja automática de doble embrague DSG de 7 velocidades.
