.gif)
Ford actualiza la presente edición del Fiesta con sensibles cambios en su diseño, la ampliación del equipamiento técnico y la introducción de un nuevo propulsor mild hybrid con dos niveles de potencia.
Existen muy pocos modelos capaces de eludir el incesante auge comercial de SUV y crossovers. Sin duda el Ford Fiesta es uno de ellos, incluso superando el hecho de tener la competencia en casa como ocurre con el nuevo Puma, con el que comparte plataforma. Para mantener su éxito intacto, la marca renueva la actual generación del clásico utilitario, conservando su vigente configuración, con modelos de tres y cinco puertas, mientras introduce algunos cambios en su imagen como un capó que aumenta la altura del frontal en combinación con un mayor tamaño de la parrilla que en esta edición acoge el logo ovalado de la marca como elemento diferenciador.
Los faros LED delanteros son ahora de serie en todas las versiones del Fiesta. Del mismo modo, los traseros también contribuyen a establecer diferencias con la anterior edición luciendo los bordes en negro. La cubierta en el acabado exterior de los grupos posteriores LED opcionales también pasa a ser negra.
Con el objetivo de conservar su atractivo entre ese cada vez más heterogéneo grupo de clientes, ahora existe una mayor diferenciación entre las distintas variantes disponibles. Así, las versiones Trend, Titanium, ST-Line y Active incorporan singulares elementos de estilo, distintos diseños y tamaños de llantas y personalizados acabados interiores. La gama también se amplía con los nuevos paquetes Vignale de estilo premium destinados a individualizar más si cabe la imagen del modelo.
A bordo los cambios se centran en mejorar la experiencia de conectividad. Para ello incorpora un nuevo cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas que adopta distintas visualizaciones en función del modo de conducción escogido - Normal, Sport y Eco además de los perfiles Trail y Slippery asociados únicamente a la variante Active-. El sistema de información y entretenimiento SYNC 36, compatible con las dos principales plataformas -Apple CarPlay y Android Auto-, incorpora nuevas funcionalidades como la introducción de la Alerta de Ocupantes Traseros lo que evita posibles descuidos relativos a la presencia de niños y mascotas.
Pero si algo distingue al Fiesta respecto de sus congéneres es la alta valoración de sus mecánicas. El hecho diferencial en esta ocasión viene de la mano de los motores híbridos EcoBoost de 48 voltios. Estos incorporan un motor de arranque/generador y un paquete de batería de iones de litio de 48 voltios. Su función se centra en la recuperación de la energía para alimentar la batería al tiempo que se integra con el motor de combustión para proporcionar asistencia de par durante la conducción y la aceleración. El sistema BISG también contribuye al funcionamiento de los accesorios eléctricos del coche sirviendo a su vez de soporte al sistema Auto Star-Stop.
El motor EcoBoost Hybrid de 1.0 litros está disponible en versiones de 125 CV, también con transmisión automática Powershift de siete velocidades, y 155 CV, combinado con una transmisión manual de seis velocidades. Ford completa la oferta del Fiesta con el motor EcoBoost de 1.0 litros de Ford con 100 CV y transmisión manual de seis velocidades.
También debutan en el Fiesta dentro del amplio paquete de ayudas a la conducción la información de alarmas locales y la Alerta de Dirección Contraria junto a la actualización de la variante más deportiva Fiesta ST ahora equipada con faros Matrix LED, una nueva parrilla frontal con acabado Crystaline Grey y nuevos asientos Performance junto a un aumento del par máximo que ahora alcanza los 320 Nm.
