Luis Monzón no está contento, pero sí satisfecho de su papel en el 48 Rally Rías Baixas. Con apenas 30 kilómetros de test previos con el Porsche 997 GT3, aspirar a más que el quinto puesto logrado en una carrera en la que apareció la (temida por los GT) lluvia era pecar de excesivo optimismo. Pero su instinto ganador le hace pensar más en los puntos obtenidos de cara al campeonato que en el rally en sí.
Acostumbrado a luchar por ganar tanto en Canarias como en Santander, el satauteño no oculta que en Vigo recibió estopa en un complicadísimo estreno con un coche arisco a más no poder. Pero tranquilos que la moral y la motivación están intactas y la experiencia le dice que la manera de avanzar es trabajando. “No me gusta que me vapuleen como lo han hecho en este rally. Ahora lo que hay que hacer es trabajar al máximo, dedicarle las 24 horas del día a mejorar el coche y llegar a Ourense en mejores condiciones”, afirmó el ya ex de Peugeot en el programa Kilómetro 103 de Agustín Déniz y Roberto Martí.
Según Monzón, habría sido fundamental hacer unos test en condiciones, pero faltó tiempo. Aún así no quiere escudarse en pretextos. “Lo que hay que hacer es salir desde el principio bien, con el coche a tu gusto. La inexperiencia no puede ser una excusa después de todos estos años conduciendo” admitió el satauteño, que está cuarto de la provisional del campeonato por detrás de Joan Vinyes, Miguel Fuster y Sergio Vallejo. Esa situación en la tabla es sin duda lo más positivo de un fin de semana muy complicado. “Lo llegué a pasar mal. No iba disfrutando, pero estar cuarto con un resultado menos por detrás de Vinyes o Vallejo que van a tener que descontar algún rally de esta primera mitad es la mejor noticia”.
También el examen que le pudo hacer al coche durante los diez tramos del rally vigués y las anotaciones tan claras que le hizo al equipo de Pedro Burgo de cara al Ourense. “Es un buen coche, pero muy light. Viene de los circuitos y está lejos de la referencia de los de Vallejo o Fuster. El motor no da la potencia como debe, no lleva la evolución del árbol de levas, las suspensiones no son las mejores y además ha aspectos como las suspensiones o el autoblocante sobre los que hay que trabajar. Son mil cosas que, juntas, nos hacen perder mucho tiempo y es precisamente eso, tiempo, lo que hace falta para mejorarlo y probarlo antes de Ourense”.
Además, también cree que este pasado fin de semana le pesó que el recorrido de este Rías Baixas fuera muy similar al de otras ediciones, porque esto le dio ventaja a todos sus rivales por el título, habituales del nacional desde hace muchas temporadas. “Conocer el terreno te puede dar la posibilidad de correr más en igualdad, más aún cuando salvo Fornelos todos eran tramos más para los 4x4 como los Súper 2000 o los R4, que son auténticos WRC”. En definitiva y si sumamos todos esos lastres con los que Monzón y Ghuneim tuvieron que cargar este pasado fin de semana, el quinto puesto “es bueno” según el piloto “si se tiene como referencia el tiempo de adaptación que necesitaron tanto Vallejo como Fuster”. Los que creían que quizá saldría escocido después de esta primera vez con el ‘nueveonce’ se equivocan porque en Ourense saldrá con la cabeza puesta en estar más cerca de ellos.
