En Volkswagen siguen pensando aquello de que los experimentos, mejor con gaseosa. Nada de inventos en el rediseño de sus grandes buques insignia como su Polo, el modelo que acaba de presentar en Berlín y que hace del espacio, la eficiencia y la incorporación de los últimos asistentes a la conducción su principal avance.
Son más de 16 millones de unidades comercializadas en todo el planeta y, claro, la sexta generación no puede hacer tabla rasa con toda esa trayectoria. Como sucedió con el Golf VII e incluso con el Polo V, el de 2017 evoluciona en matices para hacerlo, según la marca “más deportivo y adulto”. Como señala su diseñador, Klaus Bischoff, “puede identificarse inmediatamente como modelo original en su segmento, pero también como una generación completamente nueva”.
Al levantarse sobre la plataforma MQB A0, la misma del nuevo Ibiza, las proporciones del Polo cambian obligatoriamente. Longitud (+81 mm), anchura (+69 mm) y distancia entre ejes (+94 mm) crecen, mientras su altura queda casi igual. Esto alarga su silueta, un hecho que explota la línea de techo que se prolonga hacia atrás hasta convertirse en un alerón. Los laterales se caracterizan ahora por una línea doble en forma de flecha que Volkswagen llama “línea tornado” y parte del pilar C y llega hasta los pasos de rueda.
En su rostro, el capó se hace más vigoroso con soluciones de estilo como las líneas en forma de V que confluyen en la parrilla. Muy característico del nuevo Polo es el perfil transversal superior de ésta en color de la carrocería, con lo que parece que el capó se prolongue hacia abajo. La zaga, como todo el exterior, es más precisa y algo más masculina al integrar en el paragolpes un nuevo difusor.
El rediseño también incluye nuevos colores para la carrocería (catorce en total) y doce llantas de entre 14 y 18 pulgadas. La personalización es otra conquista del nuevo Polo con opciones para salpicadero y hasta once asientos distintos. Para hilar aún más fino, habrá paquetes R-Line, Black y Style.
Dice su fabricante que, entre otros atributos, es uno de los compactos más avanzados. Si es así es porque sigue la estela del Golf y el Passat en cuanto a número y calidad de asistentes a la conducción. Se suben al nuevo Polo el sistema de cambio de carril y el asistente de Ángulo Muerto, el de salida de aparcamiento o el Park Assist semiautónomo que permite entrar y salir de plazas sólo pisando el pedal del freno. Por primera vez, este ‘segmento B’ se hace con el dispositivo que permite prescindir de la llave para acceder y arrancar. No es novedad el control de crucero adaptativo (ACC), si bien ahora puede activarse a velocidades más elevadas.
El mayor confort es cualitativo y también cuantitativo. Las cotas no engañan y al crecer en todas sus dimensiones (4.053 mm de largo, 1.751 mm de ancho y 1.446 mm de alto), el interior es más espacioso y su maletero, de 351 litros (+25 litros), más amplio. En cuanto a su diseño, hay que aplaudir que, aquí sí, Volkswagen sea más atrevido y rompa con lo establecido para crear un habitáculo más moderno, más horizontal y en el que lo tecnológico está perfectamente integrado.
Donde el Polo sí toma cierta ventaja respecto a otros Volkswagen de última generación es al adoptar la nueva generación del cuadro de instrumentos digital. Doble novedad, ya que es un componente inédito en su categoría, pero además, con mejoras en la funcionalidad y facilidad de uso respecto a otros coches del grupo. No pueden faltar las nuevas pantallas del sistema de infoentretenimiento con pantallas de cristal de entre 6,5 y ocho pulgadas. Estéticamente, el resultado es un interior mucho más sofisticado y avanzado.
Esa mayor carga tecnológica toma forma también en opcionales como los faros delanteros y traseros full LED, el avanzado climatizador con sensor de sol y humedad, el techo panorámico, un sistema de recarga de móviles sin cable e incluso el Sport Select con amortiguadores ajustables. También, como otros modelos Volkswagen, puede hacerse con un avanzado equipo de sonido de Beats Audio. A juzgar por las imágenes, habrá también una versión especial con esta denominación.
Volkswagen no se ha reservado nada en esta presentación berlinesa, ya que ha anunciado que la versión GTI tendrá un motor con 200 CV de potencia. Será el vértice de una gama que se completa con los acabados Edition, Advance y Sport. El fabricante alemán ha aprendido de sus errores del pasado y, de entrada, el Polo va a tirar alto en equipamiento incluso en esa versión de acceso. La Edition va a tener luces diurnas LED con funciones ‘coming home’ y ‘leaving home’, limitador de velocidad, Front Assist con Freno de Emergencia en Ciudad y Monitorización de Peatones. Aunque sólo ha de servir de referencia ya que los precios suelen variar según importador, en Alemania este modelo se venderá desde 12.917 euros. Llegará a Canarias en noviembre.
Siempre adaptados al corsé de emisiones que establece la normativa Euro 6, sus motores se mueven entre los 65 y los 115 CV de potencia. Habrá cuatro propulsores gasolina, dos diésel y todos ellos con Start-Stop y recuperación de la energía de frenado. Los gasolina los 1.0 MPI de 65, 75 y 95 CV; 1.0 TSI de 115 CV y el 2.0 TSI de 200 CV. El 1.6 TDI conforma la oferta diésel con dos niveles de potencia: 80 y 95 CV. La gran novedad en esta área es un motor 1.0 TGI de 90 CV que se nutre de gas natural.