Las patronales del sector del automóvil ven con buenos ojos el primer proyecto remitido a las Cortes por el Consejo de Ministros sobre la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética y su repercusión para el futuro de esta industria.
En el texto y en el relación a la movilidad sostenible y el despliegue de puntos de recarga, la ley plantea un marco de descarbonización progresivo con el horizonte situado en 2050. Un planteamiento en línea con las políticas que está llevando a cabo la Unión Europea de fijación de límites progresivos para la reducción de emisiones de CO2 y contaminantes y que permite, sin prohibiciones taxativas (en referencia a los vehículos diésel), establecer las bases para una hoja de ruta clara.
ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones) sí considera necesario comenzar a trabajar cuanto antes en diseñar y acordar las medidas activas de política económica y medioambiental para arrancar este proceso, medidas que según el propio texto, se tomarán previa consulta con los agentes implicados.
Es imprescindible además que estas medidas estén coordinadas y promuevan ahora la recuperación del sector, en este entorno de crisis por el coronavirus, en línea con el plan de choque de medidas específicas y coyunturales que reclama la automoción.
En este sentido, recuerdan que el Plan Auto 2020-40 “ya plantea una hoja de ruta con medidas que afectan a todo el ecosistema de la nueva movilidad y que permitirán llegar a la descarbonización en 2050 de una manera efectiva y con una industria de la movilidad sostenible, eficiente, digitalizada, competitiva y más fuerte económicamente, capaz de seguir aportando empleo y valor añadido a la sociedad española, al medio ambiente y a la economía”, señaló López-Tafall. “Se abre un nuevo camino y el sector de la automoción está plenamente comprometido con recorrerlo y definirlo de manera consensuada con el Gobierno y el resto de fuerzas políticas”, afirmó el director general de ANFAC.