La electrificación, vinculado al sector de la automoción, es un término al que se asocian distintas soluciones y que aglutina tanto a los sistemas cien por cien eléctricos como a los que incorporan tecnología de hibridación ligera. Todos, en su medida, abogan por la eficiencia, en el último caso reduciendo consumos lo que tiene una repercusión directa en las emisiones y también en el ahorro.
Suzuki lanzó en 2016 la primera generación de la tecnología SHVS (Mild Hybrid). En la actualidad, toda la gama del fabricante nipón (urbano, SUV urbano, SUV 4x4, compacto deportivo…) incluidos tanto los de tracción delantera o total Allgrip, y con cambio manual o automático, cuenta con versiones equipadas con este sistema de 12V o 48V según el modelo.
Los beneficios traducidos en cifras permiten por ejemplo que un Vitara híbrido de 48V rebaje sus emisiones alrededor de un 15% y el consumo en ciclo mixto de la versión AllGrip se reduzca en 1,2 litros a los 100 kilómetros (un 16% menos).
Otra ventaja es que son sistemas sencillos y además el motor térmico sufre un menor desgaste. Se componen de un generador ISG que consta de una función de motor eléctrico y una batería de iones de litio por lo que en términos prácticos no tiene una gran incidencia en el peso, en la habitabilidad o el comportamiento del vehículo. Por el contrario, supone un aporte extra de potencia traduciéndose en una respuesta más rápida al acelerador y un mayor empuje. Por la misma razón y haciendo de nuevo referencia a la economía, no representa un gran aumento del precio del vehículo siendo muy asequibles dentro de los segmentos más populares.
En fases de frenado o deceleración, la función regenerativa usa la energía que se produce para generar electricidad y recargar las baterías.