De un tiempo a esta parte, para las marcas de motocicletas es importante ordenar su oferta a la medida de lo que el mercado demanda. Ello implica complementar las clásicas fórmulas de gama con nuevas propuestas que permitan al usuario ir evolucionando su pilotaje y
experiencia a razón de los tiempos que marca la legislación en cuanto a los distintos tipos de carné. La Honda CB300R es un buen ejemplo. Nacida en 2018 como modelo a caballo entre la CB125R y la recientemente actualizada CB650R, su renovación implica un salto evolutivo, haciendo hincapié en la mejora ciertos aspectos técnicos y la homologación EURO5 para el motor.
Válida para clientes con licencia de conducir A2 y con un peso en orden de marcha de tan solo 144 kilos, la nueva CB300R se reivindica como una opción válida para aquellos conductores que no necesitan una moto de elevadas
prestaciones, pero sí divertida y económica, capaz de transmitir sensaciones de moto grande.
El motor de 286 cc de 22,9 kW (31 CV) de potencia y 27,5 Nm de par máximo es un buen punto de partida. En esta edición, la marca introduce un efectivo embrague antirebote para contrarrestar los incómodos bloqueos en reducciones rápidas y frenadas fuertes. Además y para cumplir con la norma EURO5, la sección media del escape incorpora un nuevo catalizador más grande al tiempo que la estructura interna del silenciador se simplifica.
El esfuerzo principal, sin embargo, se ha realizado a nivel de chasis. Como complemento al bastidor tubular de acero, Honda
introduce como equipamiento de serie una horquilla delantera invertida Showa Separate Function Fork Big Piston de 41mm. Esto sí son palabras mayores en términos de comportamiento. Su configuración incluye un amortiguador de separación de presión en una de las barras de la horquilla y un mecanismo de muelle en la otra para junto a la utilización de un pistón de mayor tamaño el usuario tenga la seguridad de un mayor control y tacto durante el pilotaje. El amortiguador trasero ofrece, por su parte, ajuste de precarga de muelle en 5 posiciones.
También se ha equipado con nuevos frenos. Ahora dispone de disco delantero flotante de 296 mm “mordido” por una pinza Nissin de cuatro pistones y un disco de 220 mm detrás con pinza de un solo pistón. Ambos son modulados por un ABS de 2
canales. El sistema, trabaja mediante una IMU (Unidad de Medición Inercial) para tener una precisa distribución del funcionamiento del ABS dependiendo del comportamiento del vehículo. Un neumático trasero radial de 150/60R-17 complementa al neumático delantero radial de 110/70R-17.
Donde no se producen cambios sustanciales es en el diseño, sí en cuanto a confort, iluminación e instrumentación. El asiento incorpora un nuevo tapizado de espesor revisado, la iluminación es full led, incluido ahora los intermitentes mientras el nuevo panel de información LCD, además de mostrar la velocidad, las rpm del motor y el nivel de combustible, indica la marcha engranada lo que para un piloto novel, siempre es un buen recurso.
