En 2019, Triumph emprendía un proyecto colaborativo para la construcción de un prototipo de motocicleta eléctrica con distintas entidades y financiado por la Comisión de Vehículos de Cero Emisiones del Reino Unido. De nombre en clave, Triumph TE-1, durante la fase 3 de construcción recién superada -en total serán cinco- y tras múltiples pruebas se ha conseguido construir la base sobre la que se va a desarrollar el modelo. Esta incluye el chasis y el subchasis, el puesto de conducción, el carenado y las ruedas, así como el sistema de transmisión con correa Gates Carbon. También se han integrado y probado las suspensiones electrónicas con horquilla invertida Öhlins así como un prototipo de amortiguador trasero, pinzas Brembo monobloque M50 y software de control de la motocicleta de Triumph.
El resultado es más que satisfactorio, afirma Steve Sargent, director de producto de Triumph, “la moto de demostración no solo resulta atractiva a la vista, con todos los rasgos de diseño característicos de Triumph, sino que también incorpora un nuevo e impresionante propulsor eléctrico con un gran potencial de desarrollo en el futuro”.
Anteriormente, la fase 2 del programa finalizaba con la entrega de una batería totalmente probada. La empresa encargada, Williams Advanced Engineering, ha completado su labor con éxito en esta nueva fase que ha consistido en la reconfirmación del prototipo de la batería WAE, un paquete específico que optimiza el centro de gravedad, una unidad de control del vehículo, un conversor CC/CC, un sistema de refrigeración integrado y un puerto de recarga.
Por su parte Integral Powertrain también ha cumplido con creces con el proyecto al crear un prototipo de propulsor capaz de rendir más de 500 kW de potencia con un inversor integrado escalable combinado con tecnología de conmutación de carburo de silicio y sistema de refrigeración integrado. La moto ya tiene el motor y la unidad del inversor, y se están cumpliendo los objetivos de rendimiento y eficiencia del ciclo previstos en el diseño, el modelado y la simulación. Por último, la Universidad de Warwick, responsable del desarrollo del software, ha terminado la simulación final previa a la siguiente fase.
A partir de este momento el prototipo se someterá a un periodo de pruebas de seis meses en carretera, circuito y evaluación de la dinámica de conducción. Dicho programa de test está específicamente diseñado para obtener la información necesaria sobre la que basar la configuración y la calibración finales del prototipo de demostración.La idea es que una vez finalizada la fase de pruebas, prevista para el verano de 2022, el prototipo de demostración se equipará con su carenado y esquema de pintura definitivos, con el fin de prepararlo para una demostración activa en pista. Será entonces cuando se desvelen los resultados del proyecto, incluidas las especificaciones finales y los resultados de las pruebas.
