La llegada de la nueva edición del Audi A3 ha traído aparejada una interesante sorpresa. Se trata del Audi A3 allstreet, una nueva variante con aires de crossover, de aspecto más fornido y dinámico a la que se añaden otros interesantes atributos que apuntan hacia una renovada configuración interior y equipamiento.
La receta a la que se acoge el nuevo A3 allstreet no es nueva, no obstante, otorga al modelo una imagen rejuvenecida y de lo más sugerente. La clave, junto a una ligera elevación de la altura de la carrocería y la inclusión de serie de unas distintivas llantas de 18 pulgadas, está en los detalles.
La lista de extras respecto al modelo convencional incluye protectores en los pasos de rueda y en los faldones laterales, y un diseño diferenciado de la parrilla, así como del parachoques delantero. En este sobresalen como elementos distintivos el spoiler integrado y los embellecedores en los huecos reservados para las entradas de aire de los extremos, ambos en acabado plateado.
El parachoques posterior se ha reinterpretado a semejanza del de la parte delantera. En él destacan un ancho panel en color negro sobre el que destacan los vanos con reflectores de los flancos y el inserto decorativo a modo de difusor que se extiende a lo largo del plano inferior del vehículo, elementos decorativos que también lucen en tono de contraste plateado. A todo ello se añaden las barras de techo como un elemento más de su reconversión a los estándares de un crossover.
La trascendencia estética que adquiere la iluminación es innegable. En el A3 allstreet, como ya ocurre en toda la gama de modelos del fabricante alemán, es posible seleccionar la firma digital de la luz diurna. En su caso, existen cuatro opciones. Todas confieren al modelo una singular apariencia, personalizando su expresión a elección del usuario al tiempo que acentúan la elegancia atlética del vehículo.
INTERIOR
A bordo, la organización general toma un nuevo cariz. Son pequeños cambios en el estilo de la ambientación que sigue siendo discreta, selecta y apropiada para un vehículo que se debate entre el refinamiento y la deportividad. También se incluyen mejoras en conectividad, asociadas al pliego de posibilidades ofrecidas por la marca a través de actualizaciones periódicas.
La pantalla táctil de 10,1 pulgadas, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, está perfectamente integrada en el frontis del salpicadero, separado en este caso del panel de instrumentos digital sobre el que se proyectan un buen número de funciones, incluida la navegación, las advertencias de los sistemas de asistencia y la información sobre el dial de radio o el tema musical escogido, lo que reduce la necesidad del conductor de desviar la atención. El equipamiento de nuestra unidad de prueba también incluye cargador inalámbrico para el teléfono móvil, así como dos puertos USB-C en la consola central y dos puertos adicionales en la parte trasera.
Otras novedades que ahondan en el buen gusto y la escogida organización son un nuevo volante de cuero de tres radios con mandos funcionales y los nuevos aireadores de ventilación, el rediseño de la palanca de cambios, las inserciones decorativas y el reposabrazos central, así como un nuevo paquete de luz ambiental. La guinda es el nuevo sistema Sonos de sonido envolvente 3D, con altavoces más grandes ubicados en la parte inferior de las puertas.
En términos de confort, una de las primeras ventajas que hemos apreciado señala hacia una pequeña mejora de la facilidad de acceso al habitáculo del vehículo, así como una postura de conducción algo más elevada respecto al A3 Sportback lo que proporciona una visión más cómoda de lo que ocurre en el entorno del vehículo, principalmente cuando se circula por la ciudad. La cabina sigue ofreciendo un espacio más que adecuado tanto en la fila delantera como para los ocupantes de las plazas traseras. Al igual que el A3 Sportback, el maletero tiene una capacidad de 380 litros, ampliable hasta 1.200 litros con la fila de asientos traseros abatida.
MECÁNICA
Audi no especula a la hora de dotar al compacto de un motor que es sinónimo de máxima garantía. Se trata del 1.5 TFSI de 150 CV, mecánica asociado a un sistema mild hybrid de 48V y al cambio automático S tronic de siete velocidades. Dentro de las posibilidades que ofrece actualmente el nuevo Audi A3, este propulsor ofrece la opción más equilibrada si lo que se busca es un buen compromiso entre prestaciones y rendimiento.
Su comportamiento y economía de uso -en el entorno de los 6,2 l/100 km- es más que aceptable en cualquier circunstancia. El modelo responde con firmeza a las exigencias del usuario cuando este decide realizar una conducción más alegre, reaccionando con rapidez tanto a las órdenes del acelerador como al de las levas del cambio situadas tras el volante. En contrapartida y durante la conducción en ciudad sale a relucir su carácter más amable, con lo que se consigue un rendimiento más que aceptable y una buena respuesta en aceleraciones suaves y a bajas revoluciones.
Este se hace extensible también al aspecto dinámico. El A3 allstreet cuenta con una suspensión elevada unos 15 mm en comparación con el A3 estándar lo que incrementa la distancia al suelo. Ello obliga a revisar el tarado de muelles y amortiguadores con el propósito de dar una respuesta cómoda y acertada en cualquier circunstancia.
En este sentido, Audi pone sobre la mesa su dilatada experiencia en el desarrollo de modelos de altas prestaciones para resolver esta cuestión de manera impecable. Sin duda, conserva buena parte de ese comportamiento ágil y estable del que sólo puede presumir un modelo compacto, lo que se traduce en un excelente control y precisión cuando se circula por carretera.
