Audi persigue marcar diferencias en el cada vez más competitivo mercado de los SUV eléctricos premium. Sus propuestas, con el permiso del resto de sus rivales, cuentan con ese halo especial que los hace tan excepcionales. Y es que incluso innovando dentro del libro de estilo que rige sus diseños, sus modelos siguen conservando esa elegancia deportiva tan característica, procurando no entrar en el juego de los excesos.
No obstante, y así de primeras, el Audi Q6 e-tron intimida. Más allá de sus dimensiones -mide 4,77 metros de longitud-, estamos ante uno de los vehículos de su segmento mejor dotados tecnológicamente. El uso de la nueva Plataforma Eléctrico Premium representa un claro avance en este sentido. Audi entra así en una nueva etapa en su estrategia de electrificación, permitiendo no sólo proveerlo con lo último de lo último en equipamiento, sino elevar sus estándares de calidad y eficiencia con motores más prestaciones y sistemas optimizados con los que se logra recorrer largas distancias y reducir de forma importante los tiempos de carga.
Por eso decimos que es un perfecto antídoto para los escépticos. Mires donde mires, cada componente, cada detalle, pero sobre todo por su desempeño, poco o nada se le puede reprochar. Nuestra unidad de prueba corresponde al modelo Q6 e-tron “estándar” -existe una segunda variante denominada SQ6 e-tron de mayores prestaciones-. Este se cimenta
en un sistema con tracción quattro que emplea una batería con una capacidad neta de 94,4 kWh, capaz de proporcionar una autonomía de hasta 625 kilómetros. La potencia del sistema propulsor es de 285 kW (382 CV) que se hace sentir nada más poner el pie sobre el acelerador.
Si embargo, las reacciones pueden ser engañosas, la ausencia de cualquier rumor o rugido proveniente del motor hace que haya que ser prudente debido a su inmediatez de respuesta. El confort es absoluto, revelándose como la perfecta demostración de que a pesar de su condición de eléctrico, su capacidad para sorprender está siempre presente.
Uno de esos momentos lo experimentamos cambiando al modo ‘Dynamic’, fue entonces cuando salió a relucir su faceta más vitalista. La suspensión neumática, opcional, entra en alerta y dispuesto a sacar el máximo partido a todo su potencial, pasamos de un momento relajado a un comportamiento más firme y decidido, con el que es capaz de alcanzar
los 100 km/h desde parado en tan solo 5,9 segundos. La velocidad máxima está limitada a 210 km/h.
Las capacidades de su configuración no se ciñen únicamente a dar rienda suelta a su potencial dinámico. Gracias a su tecnología de 800 voltios, dispone de otras ventajas que tienen un gran valor en sí mismas. Es el caso, por ejemplo, de la posibilidad de cargar a una potencia máxima de 270 kW. Es verdad que la disponibilidad de estaciones de carga ultra-rápida escasean, pero saber que puedes recuperar hasta 255 km de autonomía en sólo 10 minutos es toda una garantía de tranquilidad.
Lo normal, es decir, cargar en el domicilio o en estaciones públicos se puede realizar con el módulo estándar de 11 kW. Además, el sistema de recuperación es de los más avanzados, y con una buena gestión, apoyado en el sistema de levas situadas detrás del volante, se puede reponer una buena dosis de energía en numerosas situaciones de conducción.
SEDUCTOR
Visto que cumple con muchos de los requisitos que se puede esperar de un eléctrico avanzado, la conjunción con su diseño y nivel de innovación, incluso supera cualquier expectativa. Estéticamente ofrece una combinación que cautiva al primer golpe de vista. Para ello presenta algunos cambios respecto a lo que hasta ahora y en modelos como el Q4 e-tron o el Q8 e-tron habían sido tendencia.
La transformación más apreciable la encontramos en el frontal en donde la parrilla frontal cerrada está circundada por un nuevo desarrollo en la sección inferior que alcanza hasta los flancos donde se sitúan unas grandes tomas de aire y los faros principales. Por su parte, las luces de circulación diurna, más afiladas, se colocan en los extremos del capó lo que modifica sustancialmente su fisonomía.
La nueva firma lumínica digital activa es un argumento añadido. Esta permite escoger entre ocho estilos diferentes, no es lo único. Las luces OLED traseras, gracias a su tecnología, pueden mostrar símbolos de advertencia para alertar de la existencia de algún peligro en la vía a los conductores situados a nuestra espalda. En su composición participan un total de 360 segmentos luminosos y el sistema puede generar una imagen distintiva cada diez milisegundos.
Una vez traspasas el umbral de las puertas, entras en una dimensión completamente distinta. Generoso en espacio, la organización y la selección de materiales unido a la sencillez y ergonomía de los soportes y mandos de interacción conforman un singular escaparate sobre el que resalta, por su nombre oficial, el MMI panoramic display. Se trata de un único panel visual en el que se alojan el cuadro de instrumentos digital y la pantalla
central.
El pasajero dispone de una pantalla secundaria con sus propias opciones de entretenimiento que como en la principal adopta los servicios de Google y su sistema operativo Android Automotive. A través de este soporte, el acompañante puede asistir al conductor durante la navegación, ver una película o manipular el sistema de sonido Bang & Olufsen, todo ello con un modo de privacidad que evita que el conductor pueda distraerse.
El Audi Q6 e-tron, disponible también en la variante más prestaciones SQ6 e-tron, ya está comercialización en Canarias desde unos 76.000 euros. Su estilo, pero fundamentalmente, su elevada dotación tecnológica y rendimiento supone el mejor ejemplo de que, a pesar de los obstáculos a los que recurrentemente se alude cuando hablamos de vehículos eléctricos, la industria avanza a grandes pasos por el camino acertado.
