La edición 47 del Rally Dakar destacó, según muchos participantes, por ser la más difícil y exigente de las seis que se han celebrado en territorio saudí. En la categoría de motos, KTM regresó al primer puesto con su vigésima victoria gracias a Daniel Sanders, quien dominó la carrera de principio a fin y se convirtió en el segundo australiano en ganar el Dakar. En coches, el saudí Yazeed Al Rajhi hizo historia al lograr su primera victoria en su undécima participación, cumpliendo el sueño de ganar en casa.
En otras categorías, Nicolas Cavigliasso se impuso en Challenger, mientras que Brock Heger ganó en SSV el día de su 25 cumpleaños. En camiones, Martin Macík revalidó su título, consolidando su dominio.
Daniel Sanders ha sido, sin duda, la gran estrella de la categoría de motos en la edición 2025 del Dakar. El australiano dominó la carrera de principio a fin, algo que no se veía desde Marc Coma en 2009, y consiguió su primera victoria en el Dakar a sus 30 años. Este triunfo también marca la vigésima victoria para KTM, que sigue siendo el fabricante con más triunfos de la historia del rally. Sanders ganó cinco de las trece etapas y gestionó su ventaja con maestría en el temido Empty Quarter.
Honda volvió a destacar al colocar dos motos en el podio, con Tosha Schareina en segunda posición, logrando su primer podio, y Adrien Van Beveren en tercer lugar, repitiendo su resultado del año pasado. Luciano Benavides terminó cuarto, firmando su mejor actuación, mientras que Ricky Brabec, defensor del título, completó el Top 5. En Rally 2, el joven español Edgar Canet, con solo 19 años, hizo historia al convertirse en el ganador más joven de la categoría, además de ser el mejor debutante.
El duelo más emocionante fue en Original by Motul, donde Emanuel Gyenes superó a Benjamin Melot por un estrecho margen de tres minutos, repitiendo su hazaña de 2020. Las marcas emergentes también tuvieron un papel destacado: Kove, con Neels Theric en el puesto 15, logró el mejor resultado de su historia, mientras que Fantic, con Jérémy Miroir en el puesto 27, y Hoto, que debutaba este año, consiguieron colocar a sus tres motos entre las 40 primeras.
En términos de etapas, KTM dominó con ocho victorias (cinco de Sanders y tres compartidas entre Benavides y Docherty), mientras que Honda se llevó tres (Van Beveren, Brabec y Schareina) y Sherco una, gracias al español Lorenzo Santolino.
Yazeed Al Rajhi escribió su nombre en la historia del Dakar al coronarse campeón en su undécima participación. El piloto saudí, muy sólido a lo largo de la carrera, tomó el control tras superar a Henk Lategan en la novena etapa. Lategan, quien lideró durante gran parte de la competición, cedió el protagonismo tras abrir pista en el exigente desierto del Empty Quarter. Fue allí donde el saudí mostró su mejor versión, gestionando a la perfección la presión y marcando la diferencia en el bucle de Shubaytah. Con un margen de 3 minutos y 57 segundos sobre su rival más cercano, se tomó la revancha contra el mismo escenario que lo dejó fuera en 2024.
Por detrás, Mattias Ekström brilló por su constancia, asegurando el tercer puesto en el podio desde la tercera etapa. El sueco, al mando del nuevo Ford Raptor, también celebró una victoria de etapa en Shubaytah. Su regularidad compensó la retirada prematura de Carlos Sainz. Mientras tanto, Nasser Al Attiyah, también debutando a bordo del Dacia Sandrider se quedó con la cuarta posición, lastrado por errores poco habituales y una actuación irregular.
El Dakar también fue escenario de debuts y sorpresas. El equipo X-raid presentó su nuevo Mini de gasolina, que no logró brillar salvo por una victoria de etapa de Guillaume de Mévius antes de que los contratiempos acabaran con sus aspiraciones. El Mini diésel del joven João Ferreira logró un meritorio octavo puesto, mientras que el segundo Ford Raptor, pilotado por Mitch, completó el ansiado Top 10.