Doce rallys después Mikko Hirvonen y Jarmo Lehtinen lograron por fin su primer triunfo con Citroën Racing. Los finlandeses restañaban así la cicatriz del Rally de Portugal del que fueron excluidos tras acabar en primera posición por una irregularidad técnica en el embrague de su DS3 WRC. El Rally de Italia Cerdeña tuvo muchos paralelismos con la prueba lusa, ya que como en aquella cuarta cita mundialista, en la penúltima se produjo un aluvión de bajas entre los equipos oficiales.
Sólo días después de lograr su noveno título mundial Sébastien Loeb –que había cerrado la primera jornada líder a 1.1’’ de Hirvonen– fue el primero en caer al dar un llantazo y dañar la dirección de su DS3 WRC. Con el campeonato de pilotos y de marcas ya cerrado el francés no se planteó reengancharse el sábado.
Sin el gran dominador de la gran mayoría de los rallys esta temporada el número dos de Citroën tenía vía libre para marcharse de los Ford oficiales que, al menos a priori, debían ser sus rivales por la victoria. A 15.6’’ de Petter Solberg y Jari-Matti Latvala, que iba cuarto a más de 40’’, se salió en una zona muy rápida del TC4 de ‘Castelsardo’ y tuvo que abandonar también al romper el radiador de su Fiesta RS WRC solo dos días después del anuncio de su fichaje por Volkswagen Motorsport.
Solberg fue capaz de mantenerse en carrera hasta la segunda sección. Durante los tres tramos de la mañana tuvo que ir regulando para no destrozar los neumáticos, pero en el séptimo y penúltimo del día, el de ‘Tergu-Osilo’, también tuvo un accidente que lo dejó también KO.
Con este listado de bajas y con Mads Østberg –el único no oficial que podía inquietarle– perdiendo tiempo el viernes por problemas en el diferencial trasero de su Ford Fiesta, Hirvonen sólo tuvo que limitarse a controlar a Evgeny Novikov y a Ott Tänak para hacerse con su decimoquinta victoria de toda su carrera deportiva en el Mundial de Rallys.
Con este resultado, además de asegurarse el subcampeonato de pilotos antes del Rally de Cataluña, el finlandés lanzaba un mensaje a la directiva de Citroën Racing: el relevo de Sébastien Loeb está en casa. Todo hace indicar que en España el equipo francés anunciará el regreso de Dani Sordo.
“Me siento muy bien”, comentó el número dos de Citroën, que estaba peleando por el liderato de la carrera en el primer tramo del viernes con Loeb. “Este era el objetivo antes de la carrera y todo ha salido bien. He sido cinco veces segundo aquí y por fin he podido ganar el rally. Estoy muy contento”.
Con su segunda plaza Evgeny Novikov igualó su mejor resultado en el Campeonato del Mundo seguido de su compañero de equipo en el M-Sport, Ott Tanak. El estonio estaba mucho más contento, ya que para él suponía su primer podio mundialista.
Por detrás de Tänak, Mads Østberg finalizó en la cuarta posición con su Ford Fiesta privado a pesar de sus esfuerzos por acercarse al máximo al piloto de M-Sport ahora que Malcolm Wilson está buscando un recambio para Jari-Matti Latvala de cara a 2013. El noruego intentó quitarse ese mal sabor de boca haciéndose con el Power Stage, pero un inoportuno pinchazo se lo impidió. A pesar de ello se mantiene en tercera posición de la provisional.
Sin duda uno de los destacados en el rally sardo fue el francés Sébastien Ogier, que cuenta ya los meses que le quedan para debutar con el Volkswagen Polo R WRC. Quizá por ello o porque ya conoce el nombre de su compañero de equipo, el finlandés Jari-Matti Latvala, en Italia tuvo una actuación memorable no sólo por acabar quinto por delante de numerosos WRC, también por ser el primero en la historia en marcar un scratch absoluto en el mundial con un Súper 2000. Su víctima, el australiano Chris Atkinson acabó perdiendo esa posición por problemas en el último tramo.
Su compañero en Volkswagen Motorsport, Andreas Mikkelsen, logró alcanzar por primera vez este rally italiano y lo hizo en séptima posición absoluta con el otro Skoda Fabia Súper 2000. El noruego terminó por delante de Martin Prokop, que fue octavo a pesar de los múltiples problemas que sufrió durante todo el fin de semana en su Ford privado. Petter Solberg se adjudicó el Power Stage final y terminó en el noveno puesto mientras Karl Kruuda tuvo que abandonar, cediendo su décima posición a Luca Pedersoli, que sumó así su primer punto en el WRC tras más de una década.
Latvala siguió remontando para acabar el duodécimo de la general con el Fiesta RS WRC oficial. El belga Thierry Neuville, que también se había quedado en la etapa del viernes por un vuelco, logró un punto en el Power Stage y finalizó en el lugar 18 de la general seguido de Paulo Nobre con el MINI John Cooper Works WRC del Team Portugal.
