Sébastien Loeb y Daniel Elena, el tándem que ha venido arrasando un año detrás de otro desde 2004 en el Mundial de Rallies, dicen adiós este fin de semana en el Rally de Francia. Último capítulo de la historia de un mito del automovilismo que ya ha hecho las maletas para marcharse al WTCC después de batir todos los récords conocidos sobre un WRC.
Con nueve títulos mundiales encima Loeb buscará su victoria número 79 y lo hará en su propia casa, en Alsacia, y delante de una afición que se rendirá ante él como lo viene haciendo desde que en 2010 se convirtió la sede del Rally de Francia. “Evidentemente, tomo la salida con el objetivo de conseguir el mejor resultado posible, pero no hay que olvidar que no he competido en rallies desde primeros de mayo y fue sobre tierra en Argentina”, comenta Seb. “No he estado descansando precisamente desde entonces, pero sin duda necesitaré tiempo para adaptarme de nuevo. La duración de esa adaptación condicionará, naturalmente, el resultado final. No tengo presión, no me juego ningún campeonato ni tengo nada que demostrar. Ante todo estoy para divertirme y dar las gracias a los que me apoyan desde siempre. Espero que sea una bonita fiesta”.
Y mientras, al margen del adiós de Loeb, en este Rally de Francia Alsacia hay muchísimas cosas en juego. Para empezar, Sébastien Ogier tiene la oportunidad de proclamarse campeón delante de sus compatriotas. Tras el jarro de agua helada del último tramo de Australia, en Estrasburgo el oficial de Volkswagen sólo necesita sumar un punto, así que no saldrá con la cabeza distraída en cálculos.
Ogier tiene luz verde de su jefe, Jost Capito, para darse el homenaje que merece después de una temporada extraordinaria. Esto significa darle la opción de ganar al gran Sébastien Loeb en casa, algo que supondría reivindicarse como número uno del mundial independientemente de la presencia o no del nueve veces campeón.
Como se ve, la sombra de Loeb es muy alargada y llega a la propia asistencia de Citroën Racing. Dani Sordo vuelve a competir tras su victoria de Alemania y después de quedarse ‘en el banquillo’ en Australia. Su motivación será máxima y un triunfo sobre el hombre que ha dominado el campeonato la última década y en su feudo sería la forma perfecta de ganarse una plaza en el equipo oficial para 2014.
“Espero que el Rally de Alemania no fuera más que una etapa y que tenga otras ocasiones de revivir esa sensación. Me gusta mucho esta prueba, el recorrido es muy rápido. Aquí es donde marcamos las velocidades más altas de la temporada, con más de 200km/h. No me preocupa si hace bueno o llueve. No hay duda de que será un rally especial porque estaremos con Seb y Daniel por última vez. Aunque la transición se ha hecho suavemente esta temporada, será un momento especial para el WRC”, ha declarado el cántabro.
Otro que quiere pelea con ‘los Seb’ es el belga Thierry Neuville, el único que llega con opciones matemáticas al título, aunque sean remotas. “Me gustaría poder pelear con ellos, pero necesitamos ser inteligentes y ver dónde estamos después del primer día. Estoy seguro de que ambos irán a fondo y necesitamos vigilar a Jari-Matti Latvala”. El piloto de M-Sport se juega el subcampeonato con el finlandés de Volkswagen.
Este Rally de Francia es muy similar al de la pasada edición, excepto porque el itinerario se ha recortado en más de un 20 por ciento. La especial de Pays d’Ormont, que se recorrerá dos veces el viernes, se anuncia como la decisiva de esta prueba. Este mismo jueves arrancará la carrera con la súper especial de Estrasburgo de sólo 4,55 kilómetros.
