No hay nada nuevo bajo el sol. Juan Luis Cruz sigue dando latigazos allá por donde pisa y las listas de inscritos siguen sin levantar el vuelo en Gran Canaria. A pesar de los esfuerzos de la Escudería Telde las cosas no acaban de rodar para una prueba que cuenta con el apoyo incondicional del Ayuntamiento de Ingenio pero que no acaba de cuajar entre los equipos. Los 27 inscritos no era una mala cifra, pero las siete bajas –entre ellos nombres potentes como Miguel Cabral, Rubén Curbelo o Gustavo Bolaños- dejaron muy maltrecha una prueba que cada año intenta ir sumando alicientes. Incluso el tiempo.
Y es que desde un punto de vista climatológico, la carrera de este sábado 7 de noviembre ha estado en las antípodas de la del año pasado. Hace 364 días en todas las crónicas se hablaba de la lluvia, el viento, la niebla y el terrible frío que azotó la carretera que va de Ingenio a Cazadores. Con ese precedente raro fue quien no se guardó un par de abrigos en el maletero esta mañana, pero hoy el sol ha sido el que no ha dado tregua y el mercurio de los termómetros ha llegado a acercarse a los treinta grados. Unos veinte más que el pasado año…
Quizá por ello o porque la segunda mitad de los 9,3 kilómetros de esta rampa de La Pasadilla no está hecha para cualquier coche, el goteo de abandonos ha diezmado todavía más la inscripción. José Marín, presidente de la Escudería Telde se lamentaba con razón de que si en 2009 fue el mal tiempo el que les arruinó la subida, esta vez han sido las bajas y los caídos en combate los que han hecho que sólo 17 de los 27 inscritos clasificaran. Con este nivel de participación el organizador podría haber ventilado la prueba en cuestión de un par de horas, pero esa escasa fortuna a la que se refería Marín hizo que cada abandono rompiera el ritmo de la carrera.
Así, mientras en entrenamientos problemas de motor de uno de los equipos ya hizo que hubiera aceite sobre el asfalto, en la primera oficial fue el Citroën Saxo Kit Car de Juan Romano el que regó de lubricante un buen trecho del recorrido obligando a detener la carrera. Los principales afectados fueron Juan Luis Cruz e Iván Armas que tuvieron que dar media vuelta cuando vieron cómo estaba el asfalto. El tinerfeño aún salió indemne porque al asignarle el 5:13.983 que logró en entrenamientos le sacaba la friolera de 42 segundos al segundo clasificado provisional. Sólo con ese primer intento fundía el anterior récord de Josué González por más de 25 segundos…
En el caso de Armas, esa aplicación de su tiempo de entrenamientos no le beneficiaba en absoluto porque sufrió una pequeña salida de carretera al pisar el aceite que había en tramo y se quedaba lejos incluso de su mejor crono del pasado año. El jovencísimo Daniel Santana aprovechaba ese pequeño caos para ponerse de forma provisional segundo de la provisional, aunque a 42,3’’ de Juan Luis Cruz. A sus 18 años ésta de La Pasadilla era su segunda carrera oficial después del Rallysprint de Valleseco (donde fue quinto) y su primera subida. Al margen de bajas y abandonos, ojo con este piloto que amenaza con aterrizar en el Regional de Rallys en 2011, aunque en Maspalomas volverá a sentarse a la derecha para copilotar a su padre, orgullosísimo de su hijo en el podio final.
Juan Luis, intocable
Pero antes de llegar ahí todavía tuvieron que volver a subir por última vez los 9,3 kilómetros de la rampa más larga de todo el regional. Juan Luis Cruz lo tuvo muy fácil porque con esas diferencias siderales respecto a los otros dos inquilinos del podio podía permitirse una última ascensión verdaderamente tranquila. Pero esa falta de tensión le jugó una mala pasada y en una de las horquillas hizo un recto y caló el Subaru Impreza WRC perdiendo el suficiente tiempo como para no poder rebajar el récord de entrenamientos. Al llegar a meta se lamentó del error porque en sus cuentas estaba el poder bajar sin problemas de la barrera del 5:10.
Iván Armas tenía como referencia muy clara el 5:39.809 del pasado año y sabía que acercándose la segunda plaza debía ser suya. Dicho y hecho. El del BMW M3 marcó un 5:39.239 al cruzar la meta, obteniendo como en 2009 la segunda posición absoluta y la victoria en el grupo TA. Con Armas en su lugar, Daniel Santana se limitó a intentar mejorar allá donde podía pero con uno ojo puesto en la temperatura de su Honda Civic que en la zona de los repechos pedía clemencia. Aunque se quedó a menos de tres décimas, su crono fue una muestra más de las buenas manos de este chico, rodando casi idéntico en ambas mangas y con unas trazadas de senior.
La cuarta posición fue para Rubén Padrón, incisivo a más no poder con el Seat 124 2000 y también muy regular en su ritmo en las dos mangas oficiales. Su 6:03.504 le valió además el primer puesto en un grupo H bastante numeroso en La Pasadilla. Javier Castro volvía a apostar sobre seguro montando Dunlop en el Renault Clio Cup y a diferencia de Fataga y San Bartolomé los tiempos salieron con rapidez. Fue el primero de un grupo de tres pilotos que hasta la segunda manga estuvieron en un puño, aunque su 6:13.025 de la final lo separó en la general como quinto absoluto. Tras él, Miguel Ángel Toledo (BMW 2002) segundo entre los históricos a casi 11’’ de Padrón y a 2,2’’ del lanzaroteño Antonio Pérez (Citroën CX), séptimo al validar su tiempo de la primera pasada a pesar de sufrir algún que otro problema de caja.
Joel Reyes volvió a la acción en La Pasadilla con un Renault Clio 16V Copa y aunque hasta la primera oficial pareció a aspirar a la quinta plaza absoluta, el cambio de ritmo de Javier Castro y una maña segunda manga lo descolgaron a la octava. Lejos, a casi 6,5’’, José Luis Perdomo (Toyota Yaris TS) fue noveno llevándose el Trofeo de Promoción por delante de Yeray Henríquez (Toyota Corolla), que sólo pudo ser undécimo. Entre ellos, Sergio Castro (Peugeot 206 Sprint Cup) y ya en duodécima plaza, Ángel Suárez (BMW 325i) se impuso por menos de un segundo a Juan Hernández (Volkswagen Golf GTI).
Diecisiete de los veinte coches que tomaron la salida pudieron clasificar, aunque algunos a duras penas. Orlando Sánchez (Peugeot 106 Rally) no pudo completar la ascensión final por problemas mecánicos, aunque pudo imponerse al Toyota Starlet 1.3 del voluntarioso Nacho González. Oliverio Romano llegó por los pelos a completar la segunda manga para romper el motor de su BMW 325i nada más cruzar la meta. Tuvo más suerte que su hermano Juan que después de romper el motor en la primera no pudo clasificar. Decimoséptimo y último fue el Opel Ascona SR de Santiago García, reponiéndose de los problemas de entrenamientos.
Al regional de montaña le quedan otros dos cartuchos por quemar. El primero, dentro de dos semanas en Guía de Isora, carrera en la que Juan Luis Cruz deberá certificar un título que merece como ningún otro al acumular siete victorias en siete participaciones. Por último, el Campeonato de Canarias y el Provincial de Las Palmas de esta misma especialidad se despedirán con la Subida Villa de Moya el día 4 de diciembre.
