Su nombre es Rifter Long, crece en 35 centímetros respecto a la variante convencional, tiene espacio para hasta siete pasajeros y su capacidad de carga permite transportar objetos de hasta tres metros de longitud.
Pero las cualidades de esta nueva versión van mucho más allá asumiendo el rol de un monovolumen compacto al tiempo que ofrece un plano de carga bajo y una modularidad envidiable. Desde su lanzamiento, el Rifter se ha caracterizado por un replanteamiento profundo de lo que es el concepto de versatilidad. Y es que si bien encaja a la perfección dentro de los parámetros de lo que es un vehículo comercial al uso, su concepción en términos de diseño, confort, nivel de acabados y seguridad lo sitúan en el mismo plano de cualquier turismo actual.
Un buen ejemplo lo encontramos en la configuración interior. Cuenta con el Peugeot i-Cockpit, un referente en ergonomía en cuanto a confort de conducción y con un gusto exquisito atendiendo a los detalles. A este se añade la pantalla principal de 8 pulgadas con sistema de navegación 3D Peugeot Connect NAV y puede disponer además de freno de estacionamiento eléctrico y regulador de velocidad activo dependiendo del nivel de acabado escogido.
Su dotación en sistemas de ayuda activa a la conducción es también sorprendente y es que comparativamente es difícil encontrar un vehículo de su categoría que disponga de sistema de reconocimiento de límites de velocidad, alerta activa de cambio involuntario de carril (Active Lane Departure Warning) y Active Safety Brake, que entra en funcionamiento si se detecta un riesgo de colisión.
En un plano más profesional, sus tres filas de asientos son extraíbles dejando un suelo totalmente plano en caso de necesidad. El Peugeot Rifter Long dispone, según versiones, de elementos como el techo Zenith, con un cofre de almacenamiento con 60 litros de capacidad y un arco flotante translúcido que permite disfrutar de 14 litros más y un compartimento de 18 litros inspirado en los armarios que hay encima de los asientos de los aviones. En el maletero, la cubierta de carga con dos alturas y la luneta trasera abatible son la carta de presentación de una vocación práctica única en el segmento.
Si todo ello nos le parece suficiente, el Rifter añade otros argumentos como el Advanced Grip Control y el control de descenso (HADC) destinado a los usuarios más aventureros lo que permite transitar sin limitaciones por vías no asfaltadas. Esta vocación se refuerza con la variante Rifter by Tinkervan, una versión camper única en su categoría.
El Peugeot Rifter Long permite a los más aventureros pueden salir de los caminos marcados con el Advanced Grip Control, disponible como opción. Asociado a los neumáticos Michelin Latitude Tour Mud & Snow permite gestionar la motricidad actuando, de un modo continúo, sobre el deslizamiento de las ruedas. Además, trabaja conjuntamente con el Hill Assist Descent Control (HADC), que mantiene automáticamente una velocidad óptima en pendientes pronunciadas. Estas posibilidades entran en una nueva dimensión con el Peugeor Rifter by Tinkervan, una versión camper única en la categoría.