El Mundial de Rallies FIA no ha podido tener un mejor arranque. Tres equipos, los de Thierry Neuville-Nicolas Gilsoul, Sébastien Ogier-Julien Ingrassia y Elfyn Evans-Scott Martin y dos marcas, Hyundai y Toyota, han mantenido a lo largo de las cuatro etapas del Rally de Montecarlo una batalla sin cuartel por la victoria. Por primera vez en la octogenaria historia de esta prueba, un Hyundai, el i20 Coupé WRC de Neuville y Gilsoul ha logrado vencer, consumando así una venganza largamente esperada.
Aunque el cinco veces subcampeón del mundo había estado rondando la primera posición desde que arrancó el primer rally de la temporada durante la noche del jueves –de hecho, acabó comandando la provisional ese primer día tras una exhibición en el segundo tramo–, parecía que eran los Toyota de Ogier y Evans los que rondaban el triunfo. El sábado sólo se le escapó un tramo, pero el tiempo perdido hizo insuficientes esos tres scratch. Sin embargo, Neuville, que en Montecarlo ha tenido como ‘ouvreur’ a su compañero Dani Sordo, rezumaba confianza en sus declaraciones. Lo de acabar tercero en las etapas del viernes y el sábado era anecdótico.
En efecto, el domingo llegó su verdadero ataque. Cuatro tramos, cuatro scratch (incluyendo el Power Stage) y, como premio, un triunfo que restaña la herida del pasado año, cuando perdió el rally por 2,2 segundos ante Sébastien Ogier y Julien Ingrassia. Los franceses, segundos a 12,6 del Hyundai, llevaban ganando de manera ininterrumpida este rally desde 2014. Además de dar a la marca en la que milita desde 2014 su primer triunfo en Montecarlo, Neuville es el segundo piloto belga en vencerlo después de que hace 96 años hiciera lo propio Jacques Eduard Ledure.
También, ha roto un dominio francés que, en el Mundial de Rallies –sin tener en cuenta las tres ediciones en que la prueba estuvo en el calendario del extinto IRC– arrancó en 2007 con Sébastien Loeb. De momento, Hyundai Motorsport ya tiene un piloto número uno en el equipo después de que Ott Tänak y Martin Järveoja no pudieran puntuar como consecuencia de la terrible salida de carretera del viernes.
A pesar de perder ‘su rally’ Ogier terminó satisfecho con su papel en su estreno con el Toyota Yaris WRC. A efectos de puntos, pudo minimizar la pérdida al imponerse en el último tramo a su compañero de equipo Elfyn Evans y empatar en tiempo con Neuville en el ‘Power Stage’. El galés, una de las sorpresas de esta edición del ‘Monte’ no encontró el ritmo que le llevó a encaramarse el sábado al liderato, pero empieza la carrera por el mundial en tercera posición.
Lejos del trio de cabeza, a más de tres minutos, Esapekka Lappi y Janne Ferm (Ford Fiesta WRC) lograron su mejor resultado en este rally. Su cuarto puesto, además, permite a M-Sport obtener un récord de 250 puntos consecutivos. Esa posición parecía al término de la tercera etapa que era ya propiedad de Sébastien Loeb y Daniel Elena (Hyundai i20 Coupé WRC), pero los nueve veces campeones del mundo no tuvieron su día. Primero se salieron a muy poca velocidad en una resbaladiza curva de derechos con la mala fortuna de que su coche quedó empanzado y, más tarde, se quedaron sin neumáticos.
Con los franceses sextos, la quinta posición fue para el debutante Kalle Rovanperä y su copiloto Jonne Halttunen. El Toyota Gazoo Racing WRT era así el único capaz de situar todos sus coches oficiales en el ‘top cinco’ del Rally de Montecarlo.
En las categorías de plata y de bronce, WRC2 y WRC3, dominio de los Citroën C3 R5 a lo largo de todo el rally. Mads Ostberg y Thomas Eriksen se imponían con holgura, más aún después del accidente sufrido por la mañana por sus compatriotas de Hyundai Ole Christian Veiby y Jonas Andersson. En WRC3 los Citroën coparon las cuatro primeras posiciones con Eric Camilli y François-Xavier Buresi al mando. Curiosamente, Camilli, noveno clasificado absoluto, se impuso a Ostberg, décimo, por 39''.
Pepe López y Borja Rozada ponían punto final a un debut en Montecarlo para olvidar por culpa de una avería en su C3 R5 durante el primer tramo de la última etapa. Anteriormente se habían tenido que reenganchar tanto el viernes como el sábado por sendas salidas de carretera. Así, el único equipo español superviviente, el de Miguel Díaz-Aboitiz y Diego Sanjuán terminaban octavos de WRC3 con un Skoda Fabia R5.
