El stand de Citroën en Ginebra acoge una nueva solución para los trayectos frecuentes, alternativo a los actuales modelos de movilidad urbana, compacto, cien por cien eléctrico y accesible al no necesitar el carné de coche para su uso.
La idea de accesibilidad se enfoca también al procurar una oferta a la carta que contempla distintas modalidades de uso como el carsharing o mediante un alquiler de larga duración además de la compra directa. Su precio en Francia parte de 6.000 euros.
Se trata de un cuadriciclo ligero, configurado para dos pasajeros, capaz de circular hasta a 45 km/h. Dispone de una batería 5,5 kWh y la autonomía se sitúa en el entorno de los 70 kilómetros. Bastan tres horas en una toma de corriente convencional de 220 V para disponer de una carga completa.
Mide 2,40 metros de longitud, 1,39 m de ancho y 1,52 m de altura, unas dimensiones que garantizan gran agilidad, maniobrabilidad –diámetro de giro 7,20 metros- y facilidad de aparcamiento.
El interior, cerrado y climatizado, destaca por su luminosidad gracias a sus amplias superficies acristaladas reforzada por el techo panorámico de serie. Las zonas de almacenaje están distribuidas de forma inteligente por todo el habitáculo y los asientos se sitúan uno al lado del otro, el del conductor es regulable longitudinalmente.
Frente al puesto de conducción, en la barra de dirección, se encuentra la instrumentación y a la derecha una zona específica para el Smartphone que se utiliza como pantalla principal de acceso al navegador, a la música y otras funciones a través de la aplicación My Citroën.
Junto a su lanzamiento se proponen distintas alternativas de personalización con siete versiones diferentes y cuatro ambientes principales a partir de todo un catálogo de accesorios.