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Como ya ocurrió con la anterior generación, en el nuevo Tucson se hace especial hincapié en demostrar su polivalencia y capacidad de rendimiento en todo tipo de superficies. Para ello ha sido sometido a rigurosos test dinámicos en distintas pruebas de rendimiento y durabilidad tanto en condiciones de frío extremo como las realizadas en Suecia, como las llevadas a cabo con los termómetros a las más altas temperaturas como sucedió durante los test en el sur de España, no han sido las únicas. Los Alpes en Austria e incluso el circuito de Nürburgring Nordschleife en Alemania también fueron escenarios escogidos para garantizar un comportamiento óptimo en cualquier circunstancia, incluso en condiciones de conducción off road.
A ello contribuye tanto el chasis como la innovadora suspensión controlada electrónicamente (ECS), novedad en esta edición, como lo es también la tecnología de tracción a las cuatro ruedas HTRAC que estará disponible en la versión híbrida con transmisión automática. Cuenta con selector de tipo de terreno, denominado Terrain Mode, con tres perfiles –Mud (barro), Sand (Arena) y Snow (Nieve)-.
En otros escenarios más comunes al día a día, el conductor puede escoger los modos Normal o Eco para mejorar la eficacia del conjunto. El ECS controla automáticamente y de forma continua la suspensión del vehículo para maximizar la comodidad y el rendimiento de conducción. Para disfrutar de una mayor respuesta, los usuarios pueden activar el modo Sport, que exprime al máximo las posibilidades dinámicas del vehículo.
