Audi quiere redefinir el concepto de lujo del futuro y para ello está desarrollando una nueva familia de prototipos cuyas características trascienden el ideario actual para adentrarse en una nueva dimensión donde prima la interactividad y revolucionarios proyectos de construcción.
El primer ejemplo toma el nombre del Audi skysphere, un descapotable de dos puertas, de propulsión eléctrica, capaz de metamorfosear su arquitectura pasando de un e-roadster de 4,94 metros de longitud a transformarse en un Gran Turismo de 5,19 metros. Para ello cuenta con un mecanismo que permite variar la batalla del vehículo estirando la longitud del vehículo un total de 250 mm. Los elementos que conforman la carrocería y el chasis se deslizan unos dentro de otros hasta completar el proceso.
Un solo motor eléctrico situado en el eje trasero se encarga de suministrar energía a las ruedas de este eje. La potencia del sistema es de 465 kW (632 CV) y el par motor máximo de 750 Nm. El vehículo apenas pesa 1.800 kilos y cuenta con una equilibrada distribución de peso con el 60% sobre la sección posterior del vehículo.
Para optimizar la dinámica y el dinamismo los módulos de las baterías de 80 kWh de capacidad están situados principalmente detrás del habitáculo y entre los dos asientos, en el túnel central del habitáculo. La autonomía supera los 500 kilómetros en situación de conducción real.
El concepto de vanguardia no solo se refleja en su diseño sino también a la hora de incorporar soluciones capaces de llevar la experiencia de conducción a un nivel superior. Es el caso de la dirección con sistema by-wire que permite la selección de diferentes configuraciones y ajustes o la implementación de la última evolución de la suspensión neumática adaptativa, variando incluso la distancia libre al suelo para mejorar el comportamiento dinámico.
Montados sobre llantas de 23 pulgadas de diámetro, los neumáticos en formato 285/30 ofrecen el equilibrio perfecto entre la idoneidad para los viajes, gracias a su mínima resistencia a la rodadura y un estilo de conducción deportivo.
Tanto el vehículo que nos ocupa como el resto de prototipos proyectados -grandsphere y urbansphere- están desarrollados con el punto mira puesto en entorno que ofrece la conducción autónoma de nivel 4 lo que determina que en situaciones muy concretas el conductor pueda delegar toda la responsabilidad de la conducción al vehículo.
Este nuevo estatus abre un nuevo mundo de posibilidades en términos de interpretación a la hora de configurar el espacio interior. Audi ha escogido inspirarse en esta ocasión en el universo del Art Decó para crear un entorno luminoso y sobrado de espacio en el que priman los materiales sostenibles.
Si el Audi skysphere concept se utiliza en el modo de conducción, el interior se transforma en un cockpit ergonómicamente perfecto. Junto con el chasis y la carrocería, el salpicadero y el panel de control de la consola central también se desplazan hacia atrás. El conductor encuentra todos los mandos, incluidos el volante y los pedales, en la posición más conveniente. Las grandes superficies de las pantallas táctiles situadas en el salpicadero y en la zona superior de la consola central se utilizan para controlar el vehículo y los sistemas de infotainment. En el modo Gran Turismo donde se impone la conducción pilotada y el volante y los pedales se desplazan hasta quedar ocultos, los panales pueden mostrar contenidos de Internet, videoconferencias o películas en streaming.
En definitiva, el nuevo concepto en esencia se convierte en una reinterpretación del interior que se refleja en la configuración variable del habitáculo, la desaparición de los mandos y el espacio disponible en combinación con una nueva oferta de servicios sin límites.
