A mediados de septiembre de 2011 todos los medios especializados de Canarias llenábamos líneas y más líneas sobre la elección de Yeray Lemes y Rogelio Peñate para competir en el Rally de España Cataluña con Volkswagen Motorsport y lo que esto iba a suponer para su inminente y prometedor futuro deportivo. Si alguien nos hubiera dicho entonces que 365 días después la carrera internacional del lanzaroteño estaría en estado catatónico no le habríamos creído. Mejor, no le habríamos querido creer.
Pero es así. Ha pasado un año y no ha habido una nueva oportunidad de Volkswagen y menos aún un programa alternativo para que se fuera formando en el IRC o en algún otro certamen con un Skoda Fabia Súper 2000. Es cierto que el equipo alemán no se comprometió a nada, pero nos consta que los informes posteriores al RallyRACC fueron muy buenos, al menos los que valoraban el papel del lanzaroteño en los tramos. Estaba el lastre del idioma y una forma física mejorable, pero podían subsanarse con mucha fuerza de voluntad y espíritu de sacrificio.
En medio de una crisis de proporciones bíblicas es evidente que el dinero ha tenido mucho que ver en esta lenta agonía del programa mundialista de Yeray. Kris Nissen, el entonces director de Volkswagen Motorsport, recomendó que siguiera en activo en competiciones de ámbito internacional para así poderle hacer un seguimiento y darle una nueva oportunidad de subirse al Súper 2000. Pero el dinero nunca llegó a los mínimos y pasó el Rally de Azores del IRC, y hasta el Islas Canarias, donde la lógica nos decía que era el mejor lugar para reivindicarse. Allí tuvo que correr con un R2 prestado por el equipo de Fernando Capdevila a modo de calentamiento para un posible regreso a la WRC Academy. Pero llegó Portugal y aunque el Fiesta con los colores de Lanzarote y Teguise sí estaba listo y rotulado, Lemes tuvo que declinar participar ante el riesgo de no poder completar la temporada y ser multado.
¿Posibles errores?
Hay quien cree que una de las razones de ese frenazo en la evolución internacional de Lemes y Peñate se debió a la esperanza, casi la seguridad, de que la puerta de Volkswagen estaba entreabierta. Y no hablamos de la del Polo R WRC, pero sí parecían converger una serie de factores que hicieron pensar que los canarios habían llamado la atención de alguien importante y tenían un buen padrino. El importador para Canarias de Volkswagen y Skoda hizo fuerza antes, durante y después de la participación en el RallyRACC. Tenían un plan para Yeray y éste incluía llevarlo a Inglaterra para trabajar en la rama británica de Skoda Motorsport y poner así fin a la barrera idiomática.
Era primeros de noviembre de 2011. En la rueda de prensa posterior a la participación en Cataluña había una enorme confianza y la seguridad de que Lemes estaba en ‘pole’ para estar entre ese selecto grupo de jóvenes pilotos que Nissen iba a seguir probando en 2012. Pero en meses todo empezó a desmoronarse. El fichaje relámpago de Sébastien Ogier redujo de dos a uno el número de asientos disponibles y era evidente que con un título del IRC en sus credenciales el noruego Andreas Mikkelsen era el mejor situado para ser uno de los asiduos en el Fabia.
A mediados de enero de este año desde Hannover se anunciaba que, efectivamente, Mikkelsen haría equipo con Ogier y compartiría esa segunda unidad del S2000 con Kevin Abbring. Nadie más. De hecho sólo se ha hecho una salvedad en todo lo que llevamos de año en el Rally de Alemania, donde alinearon un tercer coche para subir al joven alemán Sepp Wiegand, cuyo papel en el IRC no está siendo ni mucho menos espectacular.
En definitiva, las puertas empezaban a cerrarse y ya era una simple cuestión de dinero el hacerse sitio en alguno de los equipos que tenían coches para alquilar. Lemes necesitaba hacer ruido y si no se subía a un coche competitivo corría el riesgo de no conseguirlo, pero los que había disponibles estaban muy cotizados.
Se acaba el tiempo
No hubo ayudas de Volkswagen Motorsport, la importadora fue poco a poco retirándose a un segundo plano y, cuando se quiso reaccionar, las instituciones tampoco podían aportar nada de un presupuesto que iba mutando siempre a peor por los recortes. La iniciativa de una aportación de empresarios y seguidores fue la única alternativa, pero insuficiente para poder abordar un presupuesto que mantuviera a Yeray y Rogelio en un escaparate internacional.
Y ya saben. Empezó el IRC, pasó el Islas Canarias, se perdió el tren de la WRC Academy y entonces se puso la vista en ese ‘todo a un rally’ y una eventual participación en el Rally de Alemania, pero antes del verano se descartó completamente. El relevo de Kris Nissen por Jost Capito al frente del departamento de competición de Volkswagen a finales de marzo hizo que el nombre ‘Yeray Lemes’ quedara en los archivos del pasado y no en los informes de futuro. Tampoco fraguó la invitación de RMC para correr con un Mitsubishi Lancer Evo X R4 en alguna carrera del nacional de asfalto porque invertir en ruedas y combustible –lo que pedía Méndez– suponía tener que consumirlo de lo poco que había ahorrado.
Dicho todo esto, ahora la única bala en la recámara de Yeray es de menor calibre, pero conociéndolo seguro que tratará de ser igual de efectiva. Su meta es volver al Rally de Cataluña con un Mitsubishi Lancer Evo X de RMC integrado en la categoría de Producción (PWRC). Y lo hará, como siempre, con el apoyo de su familia, de una serie de patrocinadores acérrimos que siguen creyendo en él y ese dinero que aportaron un grupo de aficionados que quisieron verle donde se merece y donde debe estar.
La historia ya la saben. Un plan para hacer un mini programa en el IRC con ayuda de un grupo de empresas isleñas y seguidores privados con más ilusión que presupuesto que acabó naufragando. Se optó entonces por retomar la WRC Academy, pero de nuevo el dinero tumbó la idea a pocos días del Rally de Portugal porque algunos patrocinadores no encajaban en un programa con un Ford Fiesta R2. La última alternativa pasaba por jugársela a cara o cruz en una prueba del mundial alquilando un Súper 2000 usando el as en la manga del apoyo del importador de Volkswagen en Canarias, pero pasado ya el Rally de Alemania es evidente que tampoco cuajó.