Tres carreras celebradas, tres victorias en tres superficies distintas, dos podios y la sensación de que no va a haber quien pueda seguir la estela de sus Polo R WRC. Este es el balance provisional de Volkswagen Motorsport en lo que llevamos de un Mundial de Rallies en el que Sébastien Ogier vuelve a ser líder tras llevarse por segundo año consecutivo el Rally de México y lograr así su victoria 18 en el WRC. Para poner la guinda, también se llevó los tres puntos extra del Power Stage.
El primero de los dos rallies que se celebran en el continente americano ha sido un perfecto monólogo del piloto de Gap, que a pesar de ir con una cómoda ventaja desde la segunda etapa ha marcado la gran mayoría de los scratch. Tanto él como su compañero Jari-Matti Latvala –a quien releva al frente de la general– han sido de los pocos que no han cometido errores de bulto en su conducción en este rally que se ha caracterizado por tener un importante número de tramos cronometrados de gran longitud y por su altura sobre el nivel del mar. El buen papel de los coches alemanes confirma lo que muchos ya intuyeron el pasado año: que en estas condiciones los Polo R WRC rinden especialmente bien respecto a su competencia.
Con Latvala, ganador en Suecia, segundo, la noticia de este rally ha sido el primer podio de Hyundai Motorsport de la mano de su piloto número uno, el belga Thierry Neuville. El ex de Citroën y M-Sport se temió lo peor cuando en el primer tramo de la tercera etapa, antes de los 55,92 km de ‘Guanajuatito’, se averiaron los limpiaparabrisas de su i20 WRC. Pero no iba a ser la suciedad del cristal su mayor problema.
Acabado el último tramo conservando esa tercera plaza, el radiador empezó a perder líquido refrigerante y, camino a la meta, tuvo que rellenarlo con cualquier cosa que se le puso a mano, incluyendo cerveza fría... El camino hacia su asistencia fue una lentísima agonía en la que Neuville tuvo que detenerse varias ocasiones mientras su tiempo se agotaba si no quería penalizar. Al final lo logró por muy poco y además de la satisfacción de este primer podio sufrido, su copiloto, Nicolas Gilsoul, dejó una de las imágenes del año vertiendo una botella de Coronita en el radiador del i20 WRC.
Superado este amargo trago con final feliz, Neuville logró mantener el minuto y 20 segundos de ventaja sobre el jovencísimo Elfyn Evans (Ford Fiesta RS WRC). A continuación del pupilo de Malcolm Wilson en la general pero a más de tres minutos de él, el checo Martin Prokop (Ford Fiesta RS WRC) ha finalizado en el top five de este Rally de México que, otro año más, se ha convertido en una prueba de supervivencia.
Por el camino se quedaron pilotos como Robert Kubica (Ford Fiesta RS WRC), que el sábado completó su cupo de vuelcos, o Kris Meeke, que en este rally ha tenido una cierta tendencia a arrancar ruedas de su Citroën DS3 WRC. Lo hizo el viernes, se reenganchó el sábado y acabó abandonando definitivamente al repetir en el Power Stage cuando era noveno.
A casi trece minutos del ganador, Benito Guerra y Borja Rozada acabaron en sexta posición con otro de los Ford Fiesta RS WRC seguido de un Chris Atkinson que sufrió problemas de frenos y de cambio en su i20 WRC. Buen rally para Hyundai Motorsport que además del sufrido podio de Neuville llevó sus dos coches a meta.
Tras el australiano finalizaron el finlandés Mikko Hirvonen (Ford Fiesta RS WRC) y el noruego Mads Ostberg (Citroën DS3 WRC), ambos reenganchados también. El Mundial de Rallies tendrá su cuarto capítulo en Portugal el primer fin de semana de abril, un rally en el que se estrenará la Drive DMACK Fiesta Cup con Yeray Lemes, ‘Cohete’ Suárez y Nil Solans y donde el majorero Gustavo Sosa tendrá su debut mundialista. Por si fueran pocos atractivos, Dani Sordo volverá a ponerse al volante del Hyundai.
