Siguiendo su plan, Copi Sport trabaja a toda máquina en los despachos para poder tener cerrado un programa para 2015 antes de las Navidades. Las gestiones se han intensificado en los últimos días y cada vez está más cerca dar con la fórmula con la que darle el relevo a la marca que cuyos colores ha defendido en el autonómico de rallies: Ford.
Hay dos principales focos, uno de ellos especialmente activo, el de Volkswagen y Skoda. En Canarias hay distintas versiones del Polo compitiendo y estos modelos proporcionarían la base para el Junior Team con el GTI con cambio DSG y un TDI diesel. Por parte de Skoda, que ya tiene desde hace años un Fabia R2, tendrá listo a mediados del próximo año un Fabia R5 que sería un buen recambio futuro a la que de momento sería la piedra angular de este programa: el Fabia WRC con el que Toñi Ponce logró el regional en 2007.
Decimos que es un foco activo porque existen unas negociaciones que aún no están ni mucho menos cerradas. De seguir avanzando y dado que Enrique Cruz seguirá ligado al Porsche en montaña y rallies, que Emma Falcón tiene por delante un año sabático forzoso y que Fernando Capdevila ha tomado la decisión de dejar paso a sus pupilos, muy posiblemente se reincorporaría un antiguo piloto de Copi Sport para ocupar ese WRC.
Pero no es el único frente que tiene abierto Fernando Capdevila. Otra de las marcas con una larga tradición deportiva en Canarias y, a su vez, con un departamento de competición volcado en los rallies es Peugeot. La valía del 208 R2 está fuera de toda duda visto el papel que ha tenido en distintos certámenes estas últimas temporadas. En cuanto al 208 T16, el R5 que se ha estrenado en 2014, se convertiría en la cúspide de ese programa de formación.
Aún por abrir pero en agenda, existe el frente Renault. Su departamento de competición acaba de incorporar a su catálogo ‘carreras cliente’ el Clio R3T, un coche que puede estar acompañado por el Twingo R1 y R2 e incluso el Mégane N4. Tampoco hay que descartar una tercera vía, la que podríamos decir ‘multimarca’ y que cogiendo de aquí y de allá proporcionara a sus pilotos esa escalera de vehículos sobre la que poder crecer sin saltos tan complicados como el que en su día afrontó Enrique Cruz, que se bajó de un R2 y se puso a competir con el Porsche.
